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Ávila, la Jerusalén Castellana

Análisis de la Semana Santa de Ávila

Ávila, la Jerusalén Castellana
O.R.R
O.R.R
Lectura estimada: 4 min.

La Semana Santa de Ávila, declarada de Interés Turístico Internacional desde 2014, no defrauda las expectativas de quienes acuden a esta Ciudad Patrimonio de la Humanidad pensando que por sus calles aún rezuma el espíritu de la austeridad y la sencillez de la denominada Jerusalén Castellana.

La capital abulense vive su Semana de Pasión desde el interior, sin estridencias que desvirtúen una esencia que le ha hecho proyectarse al mundo gracias a figuras como Santa Teresa de Jesús, cuya presencia aún pervive, y bien que se nota, en cada rincón de su casco histórico.

De hecho, el primer desfile que sale a las calles, lo hace cada Viernes de Dolores desde la Basílica Menor de La Santa, donde se encuentra la casa natal de la mística, con las imágenes de Nuestra Señora de la Paz y el Santísimo Cristo de los Afligidos, en la procesión denominada Vía Matris.

Si algo caracteriza la mayoría de desfiles procesionales, además de la austeridad y el recogimiento, es un imponente entorno monumental de calles estrechas, palacios renacentistas e iglesias románicas y góticas, abrazadas por la impresionante muralla, que cobra especial protagonismo en uno de los momentos culminantes de la Semana Santa: el Vía Crucis penitencial del Viernes Santo.

A estos atractivos se suma la calidad de una imaginería religiosa que tiene en la figura del Santísimo Cristo de los Ajusticiados, del siglo XVI, la imagen más emblemática de esta Semana de Pasión que cuenta con 5.000 cofrades de las hermandades y cofradías que participan en alguna de las quince procesiones.

El Encuentro: dos en una

La Procesión del Encuentro es en realidad dos procesiones en una: desde la ermita de Nuestra Señora de Las Vacas parte la imagen del Santísimo Cristo de la Ilusión, mientras que desde la iglesia de San Juan lo hacen Nuestra Señora de la Esperanza y Jesús de la Salud.

Bien avanzada la noche y ante miles de personas que guardan con emoción contenida el momento culminante, se aproximan a la plaza de la Catedral, mecidas por los anderos, las imágenes del Santísimo Cristo de la Ilusión y Nuestra Señora de la Esperanza que, tras encontrarse unos instantes 'bailadas' por quienes las portan, se despiden entre aplausos a sus respectivas sedes.

Un toque andaluz

Al día siguiente, el Martes Santo, llega uno de los desfiles procesionales que ha tomado mayor fuerza desde que en 2005 la Hermandad de Nazarenos de Jesús Redentor ante Caifás y Nuestra Señora de la Estrella apostó por dar un toque andaluz a la Semana Santa abulense, convirtiéndose en la primera de Castilla y León con costaleros para portar sus dos tronos.

La Procesión de la Estrella, que parte a primera hora de la tarde de la iglesia de Las Gordillas, no ha dejado de levantar expectación año tras año, no solo por su singularidad, con dos tronos que pesan más de mil kilos, sino también por la dificultad en el momento de su entrada y salida del templo, a plena luz del día.

Esta procesión retorna a su casa antes de que salga la siguiente, después de recorrer algunas de las céntricas calles de la ciudad, en una imagen que sorprende a los visitantes que presencian por primera vez una procesión andaluza en pleno corazón de Castilla.

La Madrugada

Otro de los momentos más especiales y mágicos de la Semana de Pasión abulense tiene lugar en la conocida como Procesión de la Madrugada, que parte a las dos de la mañana del Jueves Santo desde la iglesia de Mosén Rubí, con la histórica imagen del Santísimo Cristo de las Batallas, de la segunda mitad del siglo XV.

Esta imagen, que acompañó a los Reyes Católicos en sus contiendas, recorre las calles del casco histórico en un desfile tan austero como sobrecogedor, ya que ha logrado mantener la tradicional Semana Santa abulense, con cofrades portando antorchas encendidas y un silencio solo roto por el sonido de los tambores destemplados.

También de madrugada, pero en la del Jueves al Viernes Santo, tiene lugar la procesión por excelencia de la Semana de Pasión abulense: el Vía Crucis Penitencial en torno a la Muralla de Ávila, protagonizado por la sobrecogedora imagen del Santísimo Cristo de los Ajusticiados, del siglo XVI.

La provincia también cuenta

Pero la Semana Santa abulense también tiene algunos momentos destacado en la provincia, como la procesión de Los Negros, en la bellísima localidad de Bonilla de la Sierra, o la de Los Romances, en el municipio de Navaluenga.

La primera está protagonizada por tres penitentes que, vestidos de luto riguroso, van anunciando la muerte de Cristo en un estremecedor desfile en el que, acompasados, tocan la esquila, el fagot y el tambor, que retumba en el interior de la impresionante iglesia de San Martín de Tours (siglo XV), de donde parten.

La de Los Romances, de Interés Turístico Regional, tiene lugar en la tarde del Jueves Santo en Navaluenga, donde dos cuadrillas de romanceros se 'pican' para comprobar quién recita mejor, más alto, más claro y sin confundirse, los 300 versos que Lope de Vega dedicó a la pasión de Jesucristo, publicados en las 'Rimas Sacras' (1614).

TEXTO: ANTONIO GARCÍA, EFE.