Instalación de pintura y escultura abierta al público hasta el 17 de mayo
La cabaña de Dafne y de Polia
Por Eduardo Blázquez Mateos-URJC
Querida Esther:
Estoy inmerso en el Sueño de Polia, busco su casa originaria, morada de ramas convertida en arquetipo del paraíso uterino; postrada en el recuerdo primigenio, Dafne llega al baño de Conocimiento, es decir, de Luz.
El bosquecillo de las aguas alimenta las rosas blancas de Polia, se dará forma a la cabaña de soledad que, dentro del teatro, alimenta la choza de Dafne, que queda protegida por la pérgola del gran sueño celeste de Venus.
El mito del salvaje idealizado no estará desterrado de la travesía de los ideales de belleza femeninos; al apilar ramas para dar forma a la cabaña, las emociones de Le Corbusier se hermanan con los postulados de la corte de Praga de Rodolfo II.
Al descubrir la naturaleza interior, las acciones de Dédalo y Prometeo dan fuerza a la cabaña de Polia que, desde una visión soleada, cruza los espacios infinitos desde el silencio.
La pequeña cabaña de Polia está en el teatro de la Naturaleza, una utopía a la altura de los sueños de Frank Lloyd Wright, apasionado amante de los paisajes de los nómadas épicos, genios que crearon, a partir de la Naturaleza, el sentimiento de belleza desde la Verdad primigenia.
Esther, la choza del soñador veneciano, con mansión en Mantua, está rodeada de troncos inmortalizados por Gropius en Berlín.
En la cabaña de Polia se medita sobre los símbolos que, entre el espacio-tiempo, albergan el tejido natural de las construcciones de Colonna y se traducen en clara antesala del ideario de John Ruskin, dando forma a la poética de la arquitectura de la naturaleza.
¡Ruskin y Darwin sueñan con Polia!
La cabaña de Polia es para guardar(aguardar) a Dafne.
La choza es un modelo que será rememorado por Viollet-le-Duc para dar nombre a la divina belleza. Los arbolillos atados se aferran al barro, para aportar el espíritu de Eros al legado de la alegoría espacial, un modelo íntegro que procede de las manos de la Naturaleza.
Al recordar el boj de laurel, emerge la cabaña de Dafne que, entre fugas alocadas e impetuosas, da forma a la morada de la poesía secreta de la isla-jardín de Citerea.
La Cabaña primitiva, que alimenta las ideas del siglo XVIII, de Rousseau, da sentido al legado de Deucalión que, inmerso en la gruta del jardín de Bóboli, da vida a la evolución de las cabañas primitivas de Chambers, himnos que tejen la unión de Filóstrato son Vitruvio.
Las descripciones ilustradas de James Hall aportan las visiones de las formas góticas de las chozas, experimentos que elevan la cabaña gótica de Hall desde una real flexibilidad arbórea.
Las arboledas y las cavernas se van unificando para ampliar la iconografía del Fuego-Agua que, concatenada a la construcción de la cabaña de Cesariano y Vitruvio, dará sentido al almacén de rusticidades que revitalizarán las espirales salomónicas.
Al soñar dentro del jardín de Citerea, unifico a Polia con Atenea para abordar tus descripciones de los Combates de Amor del Renacimiento y el Barroco; al tiempo, entro en el castillo-palacio La Manta, vivifico un ejemplo de caballero ilustrado desde el poema del marqués de Saluzzo, que iluminó el hilo conductor de las estancias. Ante la chimenea heráldica, te inmortalicé en una fotografía memorable.
Las estrofas de Thomas III de Saluzzo, nos prepararon para peregrinar en la sala de la Fuente de la Vida, jardín iluminado por los jazmines que sembrarán los caminos de Polifilo hacia Polia.
¡La Rosa Mística cubre la fuente y la cabaña de Citerea!
Junto a la pérgola de Dafne, observo la maraña de ramas que me conducen al laberinto de la morada de Cesare Arbasia, caballero durmiente bautizado con el verdor soleado del Sueño de Polifilo de Colonna y Alberti.
¡El Templo-cabaña de Laurel ha sido construido por Dafne!
Esther, te llevo ramas de laurel para las ceremonias en tus altares, en tus jardines.
¡Reducido a silencio, elijo la libertad de Dafne!