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Conducimos el nuevo Nissan Qashqai e-POWER

Nos ponemos al volante de la versión híbrida más pura del SUV japonés, que tiene una potencia de 190 CV y se comercializa con tres niveles de acabado

Conducimos el nuevo Nissan Qashqai e-POWER
Gustavo Rodríguez Hernández
Gustavo Rodríguez Hernández
Lectura estimada: 5 min.

Nissan se adentra oficialmente en el mundo de los híbridos, con una tecnología exclusiva que logra desmarcarse de sus principales oponentes. A diferencia de un híbrido convencional, el Qashqai se podría catalogar como un eléctrico de autonomía extendida, pues el motor térmico de gasolina únicamente funciona como generador para producir electricidad.

MISMO DISEÑO QUE EL RESTO DE VERSIONES

Estéticamente, el aspecto del Qashqai e-POWER es como cualquier otra versión de la gama con un nivel de equipamiento equivalente. Tan sólo se diferencia por el emblema 'e-POWER' presente en la parte derecha del portón del maletero y en la parte inferior de las puertas delanteras.

Como en el resto de modelos, el alumbrado full LED está presente en todos los grupos ópticos y la gama de llantas recibe una nueva medida de 20 pulgadas, que estaba presente en nuestra unidad de pruebas.

Los clientes que aprecian la posibilidad de personalizar su coche, tendrán en el nuevo Qashqai un SUV que ofrece 11 colores de carrocería con cinco combinaciones bi-tono, un total de 16 variaciones para elegir. Nuestra unidad de pruebas lucía la combinación bitono Fuji Sunset + Techo Midnight Black. Es opcional y tiene un coste de 1.400 euros.

Al igual que su carrocería, el interior tampoco presenta elementos exclusivos que le permitan diferenciarse del resto de versiones. De este modo, el Qashqai, tal y como indicamos en nuestra primera prueba, es un coche suficientemente amplio y con una apertura de puertas que nos permiten disfrutar de un buen acceso al habitáculo (las puertas traseras tienen un ángulo de apertura de casi 90 grados).

La posición al volante es confortable. En nuestro caso, nos sentimos perfectamente integrados a los mandos sin necesidad de hurgar excesivamente en los diferentes ajustes del asiento y del volante. Además, personas de diferentes estaturas se encontrarán muy bien a los mandos de este coche.

Y ya que hablamos de habitabilidad, cabe destacar el espacio disponible para las rodillas de los ocupantes traseros, que ha aumentado en 28 mm, hasta los 608 mm. También hay más distancia entre el conductor y el pasajero delantero. El espacio para la cabeza en la parte delantera y trasera ha aumentado en 15 mm gracias al ligero aumento de las dimensiones exteriores.

El maletero, como es habitual en este tipo de versiones híbridas, cede ligeramente en capacidad de carga para registrar un volumen de 407 litros, en lugar de los 504 de las versiones de hibridación ligera.

UN HÍBRIDO DIFERENTE

El sistema e-POWER está compuesto por una batería de alto rendimiento que se complementa con un motor de gasolina turboalimentado de tres cilindros y 1.5 litros de compresión variable que genera 156 CV, un generador de energía, un inversor y un motor eléctrico de 140 kW de tamaño y potencia de salida similares a los que se encuentran en los vehículos eléctricos de Nissan. El motor de gasolina genera electricidad, que puede transmitirse a través del inversor al paquete de baterías, al motor eléctrico o a ambos, según el escenario de conducción. La potencia conjunta de todo el sistema de propulsión es de 190 CV.

Lo que diferencia a este tren motriz, es que el motor eléctrico es la única fuente de tracción a las ruedas. Sin embargo, nosotros no hemos percibido que el funcionamiento de dicho sistema sea diferente a otros híbridos tradicionales de la competencia, como, por ejemplo, cualquier modelo de Toyota. Por rendimiento, el Qashqai e-POWER ofrece un buen nivel de prestaciones.

La parte térmica corre a cargo de un motor de gasolina de compresión variable turboalimentado de 1.5 litros y tres cilindros que ha sido desarrollado específicamente para esta aplicación. Utilizado por primera vez por la marca premium de Nissan, Infiniti, la capacidad de compresión variable del motor es una característica única en un motor de combustión interna y le permite ajustar la relación de compresión, dando, según afirma la Nissan, un rendimiento y una economía óptimos dependiendo de la carga del motor.

La variación en la relación de compresión oscila entre 8:1 y 14:1. Esto se logra mediante el movimiento de un actuador que cambia la longitud de la carrera del pistón de acuerdo con la demanda de potencia.

En escenarios de baja demanda de energía, como la velocidad constante con un buen estado de carga en la batería, la relación de compresión estará en el rango más alto, lo que optimiza el consumo y las emisiones. Bajo una alta demanda de energía, para cargar la batería o suministrar energía directamente al motor, se activará una relación de compresión más baja que maximizará la potencia de salida del motor. La transición entre las diferentes relaciones de compresión es buena, sin necesidad de intervención del conductor.

Al igual que con el LEAF, el Qashqai e-POWER está equipado con el sistema de conducción e-Pedal de Nissan, que permite controlar la velocidad del coche utilizando sólo el pedal del acelerador.

Cuando se levanta el pie del acelerador, se aplica una retención más potente (hasta 0,2 g) que reduce la velocidad del coche de manera progresiva. Esta solución, que puede resultar muy útil en condiciones de tráfico denso, hubiera sido aún mejor si permitiera detener al coche por completo sin necesidad de pisar el pedal del freno.

EN BUSCA DE LA EFICIENCIA

La ventaja del sistema e-POWER es que el motor funciona dentro de su rango óptimo y la mejor relación de compresión, lo que lleva a una eficiencia de combustible superior y menores emisiones de CO2 en comparación con un motor de combustión interna tradicional, así como a un funcionamiento refinado gracias a la reducción del ruido del motor.

Gracias a la tracción directa del motor eléctrico, no hay retraso en la entrega de par como puede ser el caso en un híbrido tradicional, donde puede haber un aumento repentino en la velocidad del motor, ya que responde a la demanda del acelerador de aceleración inmediata.

Para maximizar el rendimiento, en situaciones de alta aceleración o alta velocidad, la unidad de control de gestión de energía dentro del sistema e-POWER puede enviar la energía generada por el motor de 1.5 litros directamente al motor eléctrico, a través del inversor, para reforzar el suministro de electricidad que proviene de la batería.

En las fases de deceleración y frenado, la energía cinética se recupera y se canaliza de nuevo a la batería para optimizar la eficiencia. El consumo de carburante nos ha parecido bastante correcto según nuestras mediciones. Si vas tranquilo, e incluso tratas de conducir con eficiencia, podrás conseguir registros de unos 4,5 litros a los 100 kilómetros. Por el contrario, si te gusta ir a un ritmo más vivo, como mucho llegarás a obtener una media de unos 7,5 litros como máximo.

El Qashqai e-POWER pesa 282 kg más que una versión microhíbrida. Como ocurre con la versión de hibridación ligera, esta opción de 190 CV ofrece un buen comportamiento en el que prima la seguridad por encima de todo.

COMPLETO MENÚ DE AYUDAS A LA CONDUCCIÓN

El nuevo Qashqai está equipado con la nueva generación de la tecnología de asistencia a la conducción ProPILOT (así es como denomina Nissan comercialmente todo su paquete de asistentes a la conducción). Ahora, ofrece un mayor apoyo al conductor en una gama más amplia de situaciones.

El sistema ProPILOT con Navi-link es capaz de acelerar y frenar el vehículo al circular por un solo carril en autopista. El sistema puede acelerar el vehículo para circular a una velocidad establecida y lo puede frenar hasta detenerlo en condiciones de tráfico intenso. El sistema es capaz de reanudar automáticamente la marcha si el vehículo ha estado parado durante menos de tres segundos y el tráfico delante del vehículo se aleja.

Otra característica del conjunto de tecnologías de seguridad a bordo del nuevo Qashqai es el nuevo airbag central, que se despliega entre los dos asientos delanteros, para evitar que los ocupantes de la fila delantera choquen en caso de impacto lateral. El airbag central complementa los airbags del conductor y del pasajero, así como los airbags laterales y de cortina instalados de serie en el nuevo Qashqai.