El arte de la escenografía. El laberinto de la biblioteca

Por Eduardo Blázquez Mateos-URJC

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El arte de la escenografía. El laberinto de la biblioteca
O.R.R
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Lectura estimada: 3 min.

El reflejo de la luz y la antorcha de Furor aportan un simbolismo espacial que enriquece las atmósferas de Dante Ferretti. La niebla y la densidad ambiental, en una gama de colores pétreos, apuesta por la obsesión de Ferretti: El Laberinto.

La luz, aumenta y disminuye, los claroscuros barrocos permiten esclarecer la atmósfera con fuego y con llamas que definen caminos sin terminar, sin recorrer. Las escaleras complican los itinerarios que serán salvados gracias al HILO de ARIADNA.

Los lugares invisibles se asoman entre vanos confusos que circundan los remolinos de humo del Faro (La Sabiduría); a la manera de los clásicos, los protagonistas se visten de Filóstrato y su discípulo para descifrar el enigma, ese decir, para desgranar el conocimiento que implica al espacio metafísico elaborado por Umberto Eco.

Ante la encrucijada de escaleras no vistas, las estrellas aportan el inmenso conocimiento del Maestro, un insondable saber que será poblado por experiencias dependientes del estudio erudito del humanismo.

El baño de Romanticismo Ultraterreno impregna de ambiente sombrío el escenario, el elaborado trazado en perspectiva palpita sobre un círculo visual en armonía con el laberinto interior.

La cámara del director se alía con Ferretti para conquistar los puntos de vista adecuados, los planos, que pertenecen al legado de los tratados clásicos, incunables obras sobre perspectiva que se implican en las emociones.

La perspectiva oblicua es la gran triunfadora

Líneas arquitectónicas que fortalecen la iconografía del mítico Laberinto, obra emblemática en Dante que eleva la consideración de la perpetua transformación espacial sensorial.

Pasamos de la novela a la poesía para abordar las incógnitas.

El espacio poético lo define el laberinto, imagen esencial para abordar el suspense de la partida de ajedrez.

¡Laberinto de sabiduría blanca que se opone al espacio infernal!

¡Interioridad tenebrosa iluminada por la antorcha del Amor Eterno!

Ante la sabiduría, la antorcha descrita por Alciato y Ripa revela los conceptos eternos del Arte de la Escenografía.

Laberinto veneciano que se reduplica y se identifica con la metáfora de la crisálida, al salir del laberinto, somos libres con las alas de la Belleza.

¡Inversión de círculos concéntricos que rehabilitan la dualidad de Dédalo!

¡Laberinto tranquilizador, morada de libros sagrados, nido de intimidad que simula el grandioso nido de los héroes!

Al subir y bajar por las escaleras, Dante se adentra en el misterio, llegando al centro del Enigma, núcleo del laberinto invisible.

El centro paradisíaco se ubica en el laberinto de la biblioteca.

En Dante, las escaleras de la Biblioteca trazan caminos sagrados que llevan a la rosa circular que, en su figuración floral, estable una réplica a la fortaleza de la circunferencia que, en sus curvas, abandona el temor para velar por Ariadna, la Inteligencia femenina.

La flor y la antorcha retornan al más allá para adentrarse en el territorio de las esferas.

El sentido cíclico del laberinto apuesta por el vuelo del tutor vertical. Dédalo y Dante se identifican en el encuentro con la flor de Eros.

EL LABERINTO DE ESCALERAS EVOCAN LA CÁRCELES DE PIRANESI y LAS ESCALERAS DE ESCHER.

Las salas de la biblioteca acogen reflejos, confunden, tienen espejos y hojas de vidrio con ondulaciones, con corredores engañosos, con puertas ciegas. Los crímenes sucedidos pretendían evitar que se conociera el Tratado sobre la Comedia de Aristóteles. El marco de la Biblioteca es el de una Abadía italiana inundada de malezas, jardines y cementerios invadidos por la naturaleza salvaje (ECO, U., Il Nome della Rosa, Milano, 1980)).

Las torres de la sabiduría son laberínticas y tienen escaleras que llevan al más allá.

LA ABADÍA DEL NOMBRE DE LA ROSA, llevada al cine por el director J.J. ANNAUD, en 1986, REMITE AL TEMPLO DE LA SABIDURÍA DE UMBERTO ECO.

LA BIBLIOTECA REMEMORA PARCIALMENTE LA TORRE DE BABEL, es un himno al jardín íntimo.

1 comentario

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usuario anonimo 11/9/2023 - 7:32:29 PM
Cada tramo de lectura es un goce esotérico, un insólito descubrimiento del arte de la escenografía en clave arqueológica, mística: iconografía del valle-montaña, símbolo material de sabiduría y trascendencia de la luz en el horizonte de la tratadística, retorno a la invención de maestros genoveses, venecianos y florentinos. El mecanismo de la oniromancia fluye en tu texto, nos presentas la luz interior como un acto gótico brillante de matices azulados, Dalias sobreimpresas en el pedestal simbólico de la tumba del caballero romántico (anónimo héroe en ruta). Qué gran ecuación nos revelas; la Biblioteca-jardín como gruta escenográfica abriendo la puerta al inframundo es la exaltación de la flecha de Apolo como alegoría de la Torre herida por el rayo. Visiones que Chema Madoz-Annaud evoca en sus escenografías fotográficas, a modo de pequeños misterios, analogías y pulsiones creativas que Man Ray-Dante, lega a Pina-Ariadna, coreógrafa del círculo, mujer del centro espiritual.
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