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Clásico

Obituario, Jesús del Ojo. Abogado urbanista y antiguo concejal de ayuntamiento de Ávila

Jesús Mª Sanchidrián Gallego

Obituario, Jesús del Ojo. Abogado urbanista y antiguo concejal de ayuntamiento de Ávila
O.R.R
O.R.R
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Ha muerto Jesús del Ojo a los 67 años, quizás el abogado urbanista abulense más prestigioso en esta especialidad, también en materia de régimen local, de los últimos tiempos. Un oficio al que se dedicó durante cuarenta y cuatro años en el que alcanzó gran proyección pública. Hijo del juez Manuel del Ojo Velayos, se licenció en Derecho por la Universidad de Salamanca y pronto abrió despacho con sus amigos José Félix Martín Corredera, Santiago Gutiérrez de la Peña, Fernando Sánchez Asiaín y Luis Carlos Nieto. Hacía el número 261 del Colegio de abogados de Ávila. También trabajó un tiempo en la antigua Delegación de Obras Públicas de Ávila, haciéndolo también como vocal de la Comisión Provincial de Urbanismo en 1983. Igualmente, fue concejal de urbanismo del Ayuntamiento de Ávila (1983-1987) y un gran conocedor de la ciudad y de la evolución y transformación sufrida en las últimas décadas. Le acompañaron en aquella época en la lista del grupo socialista, José Luis Blázquez Canales, Narciso Serrano Álvarez-Giraldo, María Jesús Jubín Rueda, Agustín Sahagún de la Lastra, Lorenzo López Jiménez y Santiago Gutiérrez de la Peña, igual que antes estuvieron Juan Antonio Lorenzo, Félix González Prieto, Nicolás Álvarez Álvarez y José Ignacio Paradinas Gómez.

Aquel ayuntamiento terminó funcionando gracias a un pacto entre PSOE de Canales, el CDS de Pedro García Burguillo y AP de Mario Galán, el cual resolvió una grave crisis institucional en la que los alcaldes anteriores Pujades e Isidoro Heras apenas duraron en el cargo. Finalmente, el alcalde elegido fue Mario Galán, perteneciente a la candidatura de Alianza Popular en coalición con el Partido Demócrata Popular y Unión Liberal, y quinto en la lista electoral, después de José Luis Pujades, Jesús Terciado, Isidoro Heras y Luis Benito. En este periodo se aprobó un nuevo Plan General de Ordenación Urbana y se produjo una de las mayores sequías, lo que puso de manifiesto la funesta y endémica gestión del agua que se arrastraba desde hace décadas que provocó largas colas en las fuentes y ante las cisternas que lo suministraban. Aparte, la ciudad empezó a experimentar un esperado crecimiento con la renovación calles, plazas e infraestructuras, y la construcción de nuevos barrios.

Después de esta aventura y tránsito por el municipalismo, Jesús se apartó de la política militante, si bien seguía con interés los vaivenes de la gobernanza de la ciudad y del país, lo que le animaba a jugar la ?porra? sobre los futuros candidatos electorales. Últimamente, compartió despacho con su inseparable Santiago Gutiérrez de la Peña en la casa señorial que construyó Vicente Salcedo (s. XVI), la cual tiene entrada por la Plaza de Navillos y Plaza Doctor Lorenzo Velázquez donde se conserva la portada renacentista con dintel y jambas de una pieza y escudo familiar sobre cada columna.

 Por otro lado, se implicó en el activismo en favor del patrimonio asumiendo las propuestas de la  asociación de ?Amigos de la Ciudad de Ávila? y la asociación ?Manqueospese la veré? y pleiteando, por ejemplo, desde su despacho de abogados en defensa del mantenimiento de la antigua Fábrica de Harinas situada junto al puente Adaja, incendiada en 1984 y demolida en 1994 y 1996, o contra la proliferación de construcciones en suelo rústico en la zona de la Cruz de los Llanos, entre otros contenciosos, los cuales tuvieron desenlaces inciertos.

En mi caso, lo curioso es que uno también es abogado urbanista, que igualmente ha despeñado a secretaría de la Comisión Provincial de Urbanismo, y que en el Ayuntamiento de Ávila ejerce de letrado, oficios en los que suma más de 37 años. Han sido numerosos los asuntos y litigios en los que hemos coincidido, unas veces compartiendo intereses municipales comunes y otras, enfrentados por intereses particulares, aunque legítimos, de su clientela. Incluso hoy nos quedan pendientes algunos flecos en algunos procedimientos contenciosos. Fueron décadas de debates jurídicos sobre planificación y diagnóstico del modelo de ciudad, incluso con posturas distintas.

Después de tantos años, terminamos hablando el mismo lenguaje jurídico, el cual  no siempre es entendible para foráneos que no se hayan empapado antes de planos y normas. Pero no todo es pleitear. Jesús era un viajero entusiasta con especial querencia por Italia, también por Egipto, de donde no hacía mucho acaba de llegar contagiado en su querencia por su amigo Pedro Pablo Gómez Albarrán.

En materia cultural, Jesús colaboró conmigo en el rescate de de la memoria histórica de Ávila con apuntes certeros, incluso también en la recuperación de la imagen del tiempo que en una ocasión nos llevó hasta el pariente Nicasio Velayos, abogado y político abulense que fue ministro de Agricultura con Lerroux. Finalmente, por su vigencia, y desde el sentido pésame, recupero la dedicatoria que Jesús me hizo en el sugestivo libro titulado Todo es comparable, del arquitecto de radical independencia Óscar Tusquest Blanca: «En las cuestiones humanas las razones de derecho intervienen cuando se parte de una igualdad de fuerzas, mientras que, en caso contrario, los más fuertes determinan lo posible y los débiles lo aceptan. La seguridad no depende del rigor de las leyes, sino de las previsión de nuestras actuaciones posible». Son diálogos del historiador y militar ateniense Tucídides del relato de la antigua Grecia  de su obra Historia de la guerra del Peloponeso (siglo V a. C).