La Audiencia Provincial de Ávila ha condenado a dos años de prisión y 372.599 euros de indemnización para CaixaBank a un exempleado de esta entidad financiera que, entre septiembre de 2013 y noviembre de 2014, se apropió de 576.467 euros de las cuentas bancarias de clientes de la oficina en la que trabajaba.

El fallo se ha producido tras el acuerdo alcanzado por las partes en una vista oral que, prevista inicialmente para este miércoles y mañana jueves, apenas se ha prolongado durante veinte minutos.

Y todo ello a la espera de que Encinar se pronuncie sobre la petición de la defensa del acusado, a la que se han sumado la fiscalía y la acusación particular, encaminada a que A.G.D. no tenga que ingresar en prisión si en el plazo de tres años no delinque y va satisfaciendo las responsabilidades civiles.

Las responsabilidades civiles contemplan una indemnización a CaixaBank (372.599 euros) con un primer pago de 5.000 euros y otros sucesivos, a razón de 1.200 euros al mes, hasta completar la cifra total que tiene que devolver.

A ello se suma una multa de seis meses, a razón de una cuota diaria de 6 euros, según la sentencia pactada entre las partes antes de una vista oral en la que el acusado, que ha permanecido todo el tiempo cubierto con una capucha, se ha mostrado "conforme" con el acuerdo entre su defensa, la acusación particular y la fiscalía.

La fiscalía ha rebajado de seis a dos años la petición de pena aplicando como atenuante el hecho de que A.G.D., cuando se produjeron los hechos, padecía "un trastorno del juego patológico", concurriendo al mismo tiempo "una situación de abuso de sustancias estupefacientes y de alcohol".

Según ha explicado a los periodistas Rojo tras la vista oral, estas circunstancias produjeron "una disminución bastante evidente de sus niveles de conciencia y voluntad".

Dilaciones indebidas

A esta atenuante se suma una segunda por "dilaciones indebidas", ya que los hechos juzgados tuvieron lugar entre el 19 de septiembre de 2013 y el 18 de noviembre de 2014, lo que a su juicio demuestra que el procedimiento "se ha dilatado de manera innecesaria".

En su escrito de acusación el Ministerio Público señalaba que durante el tiempo en el que se produjeron los hechos, A.G.D. habría realizado "reintegros de disposición de fondos de cuentas de clientes, contabilizándolos como realizados, sin autorización de sus titulares y sin que estos hubieran realizado las operaciones, haciendo suyas las cantidades dispuestas".

En total, el acusado habría realizado sesenta y un reintegros "irregulares", por un importe total de 576.467 euros, y trece ingresos fraudulentos, por importe de 168.400 euros, para compensar lo sustraído previamente.

Durante esos catorce meses, el trabajador de una sucursal de CaixaBank en una localidad de la provincia realizó operaciones sin el consentimiento de los clientes por importes que oscilaron entre 2.517'64 y los 130.870 euros. Asimismo, el acusado se habría apropiado presuntamente de 20.000 euros de la caja de la oficina para ingresarlos en la cuenta de uno de los clientes afectados.

Falsificación documentos

A todo ello, recoge EFE, y para tratar de encubrir esta forma de actuar ante CaixaBank, el acusado habría falsificado diversas firmas en documentos bancarios, incluyendo reintegros y justificantes de disposición de efectivo.

A raíz de estos hechos, la entidad ha restituido fondos por un total de 372.599 euros a seis de los clientes afectados, mientras de los otros dos perjudicados, existen indicios de que A.G.D. habría restituido los fondos a uno de ellos, mientras que otro ha fallecido y no se ha podido localizar a sus herederos.