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El nombramiento de Susie Wiles como jefa de gabinete de la Casa Blanca es el primer cargo anunciado por el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para un segundo mandato en el que se espera que se rodee de colaboradores muy leales.
Trump, que acabó peleado con muchos miembros de su primer gabinete, especialmente tras el asalto al Capitolio, tendrá como vicepresidente a JD Vance, senador de Ohio que fue crítico con él en el pasado pero que ahora lo respalda plenamente.
Wiles, la primera mujer nombrada jefa de gabinete de la Casa Blanca, uno de los cargos más importantes de Washington, ha sido una de las principales asesoras de la campaña republicana y el propio Trump le atribuye el mérito por la victoria del pasado martes sobre la candidata demócrata, Kamala Harris.
Una de las personas que podría tener un gran protagonismo es el hombre más rico del mundo, Elon Musk, director de Tesla y SpaceX y propietario de la red social X, desde donde ha impulsado una fuerte campaña a favor del republicano.
Trump ofreció a Musk dirigir una oficina para la "eficiencia gubernamental" con el objetivo de recortar los gastos de la burocracia y cumplir con el objetivo del republicano de eliminar lo que él llama el "Estado profundo".
También se espera algún cargo para Robert F. Kennedy Jr., sobrino del expresidente demócrata John F. Kennedy (1961-1963), que retiró su candidatura presidencial como independiente para respaldar a Trump, un gesto rechazado por la dinastía Kennedy.
Este polémico empresario, conocido por sus posturas antivacunas, ha dicho que podría tener un papel importante en la política sanitaria de la próxima Administración de Trump.
Stephen Miller, uno de los grandes ideólogos de la política antiinmigración de Trump, podría además tener algún puesto importante en la Casa Blanca.
Una de las decisiones más trascendentales que debe tomar el próximo presidente es el nombramiento del fiscal general que dirigirá el Departamento de Justicia y cerrará los dos casos penales que pesan sobre el republicano por el asalto al Capitolio y por haberse llevado documentos clasificados de la Casa Blanca.
Tras una tensa relación con los fiscales de su primer mandato, Jeff Sessions y William Barr, se espera que elija a personas muy leales que nunca le den la espalda, entre los que suena Jeff Clark, ex fiscal general adjunto que fue imputado junto a Trump por injerencia electoral en el estado de Georgia, o el actual fiscal general de Texas, Ken Paxton.
Uno de los nombres con los que más se especula para liderar la diplomacia estadounidense es el de Marco Rubio, senador de Florida que estuvo en la lista de posibles vicepresidentes para un segundo mandato del republicano.
Rubio, de origen cubano, ejerció desde el Comité de Relaciones Exteriores del Senado una notable influencia en la política hacia Latinoamérica del primer mandato de Trump, pero algunos asesores del futuro mandatario creen que su perfil de 'halcón' contrasta con la política aislacionista de "Estados Unidos primero" que promueve Trump.
También está en las quinielas Richard Grenell, polémico exembajador de Trump en Alemania, un hombre muy leal al republicano que estuvo involucrado en su intento para revertir su derrota electoral de 2020 en el estado de Nevada. Participó además en un reciente encuentro entre Trump y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Trump baraja la posibilidad de poner al frente del Pentágono a Mike Pompeo, quien fue secretario de Estado en su primer mandato y es uno de los pocos miembros de su primer gabinete que podrían repetir en el Gobierno.
Otros nombres encima de la mesa son los de Mike Waltz, congresista de Florida y coronel retirado de la Guardia Nacional, y el senador de Arkansas Tom Cotton, quien ya había sonado como secretario de Defensa para el primer mandato de Trump.
Al frente del Tesoro estadounidense podría estar Robert Lighthizer, quien ya fue representante de Comercio Exterior en el primer mandato de Trump y es considerado como un escéptico del libre comercio y partidario de la guerra arancelaria con China.
También suenan para el cargo importantes donantes de la campaña de Trump, como los empresarios Howard Lutnick, Scott Bessent o John Paulson.
El gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, está en la lista de posibles secretarios de Energía y la exsecretaria de Educación Betsy Devos podría volver a ese departamento para cumplir con la promesa de Trump de eliminarlo.
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