Puerto Castilla decora sus fuentes en la noche de San Juan

Costumbre que se mantiene en este municipio del Aravalle desde tiempos inmemoriales

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Puerto Castilla decora sus fuentes en la noche de San Juan
Fotos: Mª Jesús Carrera
Javier Ruiz-Ayúcar
Javier Ruiz-Ayúcar
Lectura estimada: 2 min.

En el municipio de Puerto Castilla la noche de San Juan es muy especial desde tiempo inmemorial. Esta es la noche más corta del año y se celebra, en una sociedad basada en la agricultura y la ganadería como es la de este pueblo, con ritos propiciatorios tal vez heredados de tiempos anteriores al cristianismo, en que se veneraba a las fuentes como símbolos de fecundidad para hombres, animales y tierras.

Enclavado en el abulense valle del Aravalle, compartía con el resto de los pueblos que conforma este precioso espacio que forma parte del Parque Regional de la sierra de Gredos, la costumbre ancestral de decorar sus fuentes y pilones con las flores silvestres que en esta época, alfombran profusamente prados y sierras.

Pero la gran emigración de las décadas pasadas, que dejó apenas sin habitantes esta comarca, acabó con la costumbre en la mayoría de sus pueblos, salvo Puerto Castilla, que la mantuvo contra viento y marea, gracias a la labor del que fue su alcalde durante más de 25 años, y recientemente fallecido, Juan Manuel López Gutiérrez, que año tras año, con su tesón, logró que esta tradición fuese adquiriendo más importancia, de manera que ahora un buen número de sus gentes se dedican a esta labor en la víspera de San Juan en la que además no puede faltar la hoguera, que también tiene gran importancia, reuniéndose  los vecinos del pueblo a su alrededor al terminar la decoración de las fuentes, aprovechando para disfrutar de una barbacoa en sus brasas.

Y siempre habrá algún valiente que salte sobre ellas después de la media noche para conjurar los malos espíritus. También se suele plantar esa noche el mayo, que es un alto árbol rematado con flores y rosquillas y alguna otra cosa de valor.

Para decorar estas fuentes, se usan un buen número de rosas de todos los colores, helechos, flores silvestres y antiguamente, sobre todo, se utilizaba la flor del saúco, que debido a su condición de planta medicinal, era utilizada muy profusamente como remedio para múltiples enfermedades y se recogía esa noche bajo fórmulas especiales que le conferían más importancia a su poder salutífero.

Merece la pena visitar estas obras de arte efímeras, que alegran la mañana de San Juan con su colorido y su simbolismo. Una iniciativa que además de poderse ver en Puerto Castilla, se ha recuperado también en otros pueblos del Aravalle, como son Umbrías y sus anejos, donde también se compite sanamente por ver cuál de las numerosas fuentes que jalonan su término municipal queda más bonita.

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