Ávila se mueve contra el cáncer

Los anexos de la Plaza de Toros de Ávila han sido el escenario de la V Marcha Contra el Cáncer que promueve la AECC de Ávila, que ha superado el millar de inscritos entre todas las pruebas que se daban cita este domingo en la capital. En torno a 2.500 personas (a falta del dato definitivo) participaron en la que parece ha sido la edición con la marea verde más multitudinaria.

Una 'marea verde' de solidaridad que ha inundado la zona sur de la ciudad y en la que ha respetado el buen tiempo, donde primero, a las 11:00 horas, se pusieron en marcha los ciclistas y patinadores, y una hora más tarde, fue el turno de los andarines y corredores en un conjunto de varias carreras que contó como principal novedad la salida y la llegada en los aledaños de la Plaza de Toros.

Antes de la carrera de las 12:00 horas,Ana Rosa Pedriza, ex trabajadora de la asociación ha leído un manifiesto en la que ha resaltado el sufrimiento de pacientes y sus familias ante esta enfermedad y cómo la pandemia ha impedido que todos pudieran estar acompañados durante la pandemia de la Covid-19.

Un "manifiesto por la vida con mayúsculas, de esperanza para que toda la sociedad permanezca unida y todos los pacientes y sus familias puedan vivir con dignidad y fuerza en esta dura etapa de sus vidas". La asociación subraya que no se puede bajar la guardia, ya que "hace falta invertir mucho más dinero en investigación, porque es la mayor esperanza y seguir luchando para que los tiempos de traslados en los tratamientos sean más cortos".

También ha sbrayado que con la radioterapia en Ávila se conseguirá que casi 400 pacientes "no tengan que sufrir tratamientos fuera de la provincia abulense y sufrir un calvario en los traslados" y seguir luchando para evitar las largas esperas en las consultas. Además reclaman que la Unidad de Radioterapia de Ávila pueda atender las necesidades de todos los pacientes de la provincia teniendo el número suficiente de oncólogos y de personal sanitario.

5,2 kilómetros recorridos por corredores, andarines, ciclistas o patinadores por la solidaridad cuya recaudación irá destinada a programas de apoyo a pacientes de cáncer y familiares, y a investigación sobre esta enfermedad en un recorrido plano, con poca dificultad y asequible para todos los públicos independientemente de su condición física. Además, ha contado con la participación sin asistir el día de la prueba a través del denominado dorsal solidario.

Un día que también ha contado con actividades infantiles como pintacaras, pintauñas o un taller de buenos hábitos.

FOTOS: EDGAR PALOMO