El monasterio de Clarisas de Belorado acumula un déficit de 15.000 euros al mes que abona la Federación de Aránzazu de las Religiosas Clarisas, que ya ha aportado 120.000 euros para cubrir esos gastos, ha informado este martes el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, nombrado por el Vaticano Comisario Pontificio para resolver el problema generado cuando las monjas de esa comunidad abandonaron la Iglesia Católica.
Según ha informado hoy la Cadena SER y ha confirmado EFE, entre los gastos que están abonando figuran los recurrentes, como la luz, el gas o el teléfono, pero también están negociando con varios acreedores y abonando los pagos correspondientes al pago de un crédito hipotecario de 700.000 euros, otro préstamo para la mejora de las cocinas y la instalación de placas solares.
Monseñor Iceta reconoce que no tiene acceso a las cuentas totales del monasterio, aunque le consta que hay un criadero de perros, dado que han recibido una multa de 3.000 euros emitida por la Junta de Castilla y León por no tener los permisos correspondientes. Por terceras personas, ya que las exreligiosas les han bloqueado en las redes sociales, saben que siguen vendiendo chocolates y dulces, aunque no puede concretar que ingresos y gastos generan estas actividades.
En cuanto al futuro, el Comisario Pontificio asegura que el tema eclesiástico está resuelto tras la excomunión de las religiosas que renunciaron a la Iglesia Católica, por lo que ahora solo queda la resolución judicial del asunto.
Lo único que se ha planteado hasta ahora para el momento posterior a esa resolución, que considera que supondrá la salida de las exreligiosas del monasterio, sobre las que pesa una orden de lanzamiento para el 23 de enero, es que clarisas de otras comunidades atiendan a las monjas mayores del monasterio de Belorado, que tienen entre 90 y cien años y no firmaron el manifiesto de renuncia a la Iglesia Católica, para lo que ya cuentan con voluntarias.
A partir de ahí se decidirá qué hacer con el monasterio, aunque los estatutos de la orden establecen que la referencia superior es la federación de Aránzazu, que será la que dicte las decisiones de cara al futuro.
Monseñor Iceta insiste en que el monasterio es una entidad religiosa inscrita en el Ministerio de Justicia y Relaciones con las Cortes y la intención de las exreligiosas de convertirlo en una asociación inscrita en el Ministerio del Interior solo puede corresponder al Papa, como ya las han indicado desde varias administraciones.
Recuerda que el origen de todo este asunto le supuso una gran sorpresa y que incluso pensó que podía ser una noticia falsa, por lo que preguntó al párroco que atendía al monasterio, que tampoco conocía el movimiento de las entonces monjas clarisas para abandonar la Iglesia Católica.
En todo caso, insiste en que nunca ha querido juzgar a las personas y sus intenciones , por lo que ha evitado cualquier calificación en este caso, ni siquiera cuando se dio entrada al monasterio al falso obispo Pablo de Rojas y después a "otro señor de Brasil".