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Una niña cualquiera en Afganistán, 1.120 días sin ir a la escuela

El veto de los talibanes ha arrebatado de golpe la oportunidad de futuro de más de la mitad de la población

Una niña cualquiera en Afganistán, 1.120 días sin ir a la escuela
Teresa Sánchez
Teresa Sánchez
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El veto de los talibanes que impide a las niñas ir a la escuela cumple hoy 1.120 días, una decisión que supuso el inicio de apartheid de género en este país y arrebató de golpe la oportunidad de futuro de más de la mitad de la población.

"Cada día que pasa, se está haciendo un daño aún mayor a las vidas de las mujeres y las niñas. Afganistán está retrocediendo, no avanzando, en su búsqueda de la paz, la recuperación y la prosperidad", dijo en un comunicado la jefa de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA), Roza Otunbayeva, con motivo del Día Internacional de la Niña.

Esto equivale a más de 3.000 millones de horas de aprendizaje perdidas o "tres años de oportunidades perdidas, no sólo para millones de niñas, sino para las familias, las comunidades y todo el país", dijo Otunbayeva.

El veto a la educación comenzó en septiembre de 2021, tras un parón escolar de verano y el cierre de las escuelas por un pico de violencia determinado por la ofensiva de los talibanes, la retirada de las tropas internacionales, y con ello la victoria del grupo fundamentalista en la guerra y su regreso al poder.

Al reinicio de las clases, las escuelas de educación secundaria devolvieron a casa a las niñas como una medida "temporal" del nuevo régimen. A ello siguió el veto de las universidades, y la pérdida de gran parte de los puestos de trabajo para las mujeres.

Si bien la comunidad internacional ha expresado gran preocupación por estas restricciones, no se ha logrado ningún cambio con relación a la educación de las niñas.

Actualmente, las niñas solo pueden acceder a escuelas en el nivel primario. UNICEF, según sus propios datos, ofrece educación a 2,7 millones de niños en escuelas primarias, e imparte educación comunitaria a niñas y maestros en un intento por mantener la infraestructura educativa en funcionamiento.