21/12/2022
Cuando todo apuntaba que iban a pintar bastos en la cosecha de este año del aceite de oliva de la cooperativa San Pedro Pedro Bautista, de San Esteban del Valle, no ha sido así. La producción ha ascendido a 708.686 kilos frente a los 196.444 kilogramos contabilizados en 2022, un año calificado de "nefasto" a todos los niveles. Concretamente, la cifra peor desde hay que registros. La calidad del aceite de esta campaña es "muy buena" no así el rendimiento de la aceituna que está siendo bastante bajo no solo en la localidad abulense sino a nivel general de toda España.
El pasado 17 de diciembre se dio por concluida la recolección después de un mes intenso del vareado de los olivos, con la mayoría de todos sus vecinos en plena faena. Las dos últimas semanas de noviembre han sido buenas en cuanto a la climatología se refiere, similar a diciembre, lo que ha permitido recoger la aceituna en excelentes condiciones sin que apenas se hayan perdido días de trabajo.
En palabras del presidente de la cooperativa, Pedro Gómez, en términos generales, hay que calificarla de "buena" en cuanto a nivel de kilos recolectados se refiere, y de "excelente" en cuanto a calidad de la aceituna y el aceite que se ha extraído. Respecto al rendimiento, habrá que esperar todavía hasta conocer resultados definitivos pero se prevé que el reparto va a ser menor que la cosecha anterior.
Gómez adelanta que, aunque la producción es mayor, el menor rendimiento va a hacer que los precios sigan también al alza y se descarta que vayan a bajar. "Esta situación se va a producir a nivel general", confirma. El litro de venta al público en la cooperativa ha pasado de costar hace una semana 8,8 euros el litro a venderse ahora a 9,5 euros.
El récord de aceitunas recolectadas en un día ha llegado a acercarse esta campaña a los 70.000 kilos. Y la media de los 30 días que ha durado recolectar la producción ha alcanzado los 25.000 kilos diarios. Los 432 socios que integran la cooperativa se dan por satisfechos porque consideran que la primavera y el verano apuntaban, en principio, bastante mal por la falta de agua. Posteriormente, la mayoría de los socios han pesado más kilos de los previstos.
En una nota enviada a los socios, Pedro Gómez ha dado las gracias a todos por la "colaboración" y "paciencia" sobre todo "en los momentos más delicados de la campaña, especialmente en los primeros días, cuando se recolectan más kilos", afirma. "Como todos los años, cuando tengamos resuelto el capítulo de gastos, celebraremos la habitual asamblea informativa para dar las cifras de precios de la molturación, el envasado y los rendimientos", concluye.
El rendimiento de la aceituna se ha convertido en el caballo de batalla de los productores. Parte del efecto negativo en los niveles de rentabilidad, se atribuyen nuevamente a la sequía que se arrastraba desde antes del verano y que continuó parte del mes de septiembre. Posteriormente, la llegada de las lluvias a destiempo permitió que los olivos se recuperasen y que la aceituna engordara pero, en cambio, el aceite no ha llegado a la aceituna como se esperaba, y los niveles de grasa han descendido mucho. "Las lluvias fueron muy abundantes pero llegaron algo a destiempo y no favorecieron tanto como nos imaginábamos", destaca Pedro Gómez.
Por el contrario, la lluvia caída a finales del mes de septiembre y parte de octubre sí ha permitido que la calidad haya sido muy buena, gracias a que el fruto apenas se ha caído de los olivos y la mosca ha atacado menos que en otras cosechas. Las curas preventivas que se hacen contra este tipo de plaga, que agujerea la aceituna entre finales del mes de agosto y septiembre, permiten que el fruto sea, desde hace años, de mejor calidad en la cooperativa, siempre con la categoría de virgen extra.
Según subraya Pedro Gómez, otro elemento positivo que favorece la producción y la cosecha, es el comienzo de la campaña. "Si se inicia pronto, la aceituna está más verde, es más resistente a los vientos, y hace que no se caiga al suelo y se pierda. Ahora bien, si la recolección se adelanta un mes, el producto tiene menos grasa de aceite y se gana en kilos recolectados pero con menos litros".
Hay que destacar en este aspecto que, en el caso de los olivos que hay plantados en la zona de San Esteban del Valle, una gran parte de las aceitunas son de la variedad manzanilla y carrasqueña, que tienden a caerse con facilidad, lo que obliga, en parte, a adelantar la cosecha para evitar grandes pérdidas de kilos. Y es que, la aceituna que se cae ya no sirve para hacer aceite porque genera acidez y se corre el riesgo de que no se logre la categoría virgen extra, como así se pretende, para su posterior comercialización.
Por ejemplo, en otras zonas como en Castilla La Mancha, la campaña se retrasa más y comienza a recolectarse más tarde porque prácticamente el 80% de la variedad que se da es cornicabra, una clase de aceituna que aguanta mucho más tiempo en el olivo y apenas se cae. Precisamente, este retraso en cosechar permite después obtener un mayor rendimiento.
Según sostiene el presidente, el aceite que da nombre a la denominación de origen de Montes de Toledo, en su mayoría, procede de este tipo de aceitunas y ahí radica una parte de la razón por la que hay zonas cuyas aceitunas dan más aceite que en otras, donde los niveles son bastante más bajos.
El máximo responsable de la almazara de esta localidad barranqueña destaca, por el contrario, que la zona del Sur de Ávila es muy rica en cuanto al sabor que tiene la aceituna, que genera más dulzor al aceite y es mucho más suave al paladar. Razón por la cual, el aceite de la zona tiene una aceptación muy grande entre la hostelería y las ventas a clientes particulares en tienda.
La cooperativa San Pedro Pedro Bautista, a la que pertenecen 432 socios de los pueblos no solo de San Esteban del Valle sino también de Villarejo del Valle y Santa Cruz del Valle, está integrada en la Asociación de Olivareros del Sur. Dicha asociación la conforman otras cuatro cooperativas, de Mombeltrán, Pedro Bernardo, Sotillo de la Adrada y Candeleda, además de la almazara de Los Llanos, situada en la localidad de Ramacastañas.
Pedro Gómez comenta que los productores están concienciados de que, si la campaña se adelanta, permite más producción de kilos, más calidad y menos rendimiento. Pero a pesar de la menor rentabilidad que obtienen, prefieren competir en precio sacando al mercado un buen aceite. Además, piensan que de esta forma, obteniendo un buen producto lograrán, en breve, la Denominación de Origen Protegido (DOP), que con tanta ilusión y lucha están intentando conseguir en la Unión Europea.
Otro punto que el presidente de la Asociación de Olivareros del Sur subraya, como aporte a la calidad al aceite y a la producción en general, son los tratamientos que, desde hace años, se dan a los olivos de la zona. Por ejemplo, las podas que se practican son mucho más controladas, mucho más continuadas y no tan agresivas como se realizaban hace tiempo. "Ahora se cuidan mucho más y mejor los olivos. Los cursos que estamos impartiendo a los productores son muy importantes. Además, están los tratamientos y los abonos que aplicamos, previamente seleccionados para el tipo de tierras de la zona", afirma.
Todos estos pasos que se vienen dando en los últimos años están permitiendo no solo aumentar la calidad del fruto sino además se están reduciendo los niveles de vecería del olivo, también denominada alternancia en la producción. La vecería del olivar se refiere a que, tras un año de mucha producción, al año siguiente la cosecha es bastante más reducida e incluso casi nula. "Tal y como se cuidan ahora los olivos, los picos no son tan diferenciados", comenta.
"Hay agricultores que, gracias a estas prácticas, están aumentando considerablemente el rendimiento de sus olivares. Por otro lado, desde que se iniciaron estos procesos, las plagas se combaten mejor, la mosca actúa muy poco y las aceitunas aguantan más en el árbol", añade.
Otro dato a destacar en la calidad del producto final, es la forma de afrontar la recolección de la aceituna. Las normas de recolección son, desde hace años, mucho más exigentes que las que se practicaban en la antigua almazara. Ahora las aceitunas no se almacenan sino que todo el fruto que se recoge en un día se muele en esa jornada. De esta forma, se elimina el avinagrado y el atrojado, un efecto muy negativo para el sabor del aceite, que se produce cuando las aceitunas se almacenan durante días y éstas fermentan.
En palabras de Pedro Gómez, la calidad está demostrada como así lo avalan los diferentes premios y galardones que el aceite de la Asociación de Olivareros del Sur está logrando. En los concursos internacionales a los que se ha presentado, ha obtenido dos medallas de oro en Italia e Israel; otras dos de plata en Berlín (Alemania) y Londres (Reino Unido), y el premio Mezquita (Plata) de Córdoba. Pero, sin duda, la pelea ahora está en Bruselas para conseguir la DOP para el aceite de la zona de las Cinco Villas y el Valle del Tiétar.
Tal y como comenta, se han dado ya muchos e importantes pasos, todos ellos en la buena dirección, pero faltan ahora los más relevantes. Se han realizado los estudios justificativos que avalan las razones para solicitar la denominación de origen, con la calidad virgen extra que se requiere para el aceite. Se han presentado los informes técnicos, los estudios ambientales, orográficos y climáticos, con análisis de los suelos de toda la zona y las diferentes variedades de aceitunas que se dan.
Todos estos datos se han enviado ya a la Junta de Castilla y León, concretamente al Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACYL) para su estudio. Una vez el ITACYL lo revise, si sus técnicos no hacen ninguna alegación al respecto, el expediente se trasladará al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que sigue el mismo proceso de estudio y análisis detallado de la memoria explicativa.
Del Ministerio de Agricultura, pasará a Bruselas, y será la Comisión correspondiente la que determinará definitivamente la DOP. Pedro Gómez estima que, en el plazo de unos 12 meses, si nada se tuerce, podría haber resultados positivos. Pero como se dice, hasta entonces, habrá que cruzar los dedos para que todo salga bien.
¿Qué sucederá cuando se logre la DOP para el aceite del Sur de Ávila? En palabras de máximo responsable de la Asociación, la gran ventaja es el valor añadido que se dará al producto y otros aspectos positivos posteriores. Pues no sólo permitirá a las cooperativas implicadas introducirse mejor en los mercados y en las ventas, sino que "se conseguirán recuperar muchos olivares que, hasta ahora, estaban abandonados y, algo muy importante: se evitará detener la despoblación que actualmente sufren las localidades donde están ubicadas las cooperativas y otros pueblos próximos".
Pedro Gómez recalca, por otro lado, el apoyo "incondicional" que, en todo este proceso, está desarrollando el presidente de la Diputación de Ávila, Carlos García. Un apoyo que, según subraya, no solo es técnico sino también económico. Y es que, la Asociación Olivareros del Sura acaba de recibir por parte de la marca Ávila Auténtica el Premio Excelencia a la Cooperación Empresarial, dotado con 2.400 euros, por la calidad del aceite de cosecha temprana, prensado en frío, con partidas de aceitunas procedentes de almazaras que integran dicha Asociación.
Reportaje fotográfico: Julián González Menéndez.
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