UPA-COAG pide a la Junta y al Ministerio que dejen de pelearse y dispongan de ayudas contra la EHE

La Alianza UPA-COAG en Castilla y León ha pedido a la Consejería y al Ministerio que "dejen de pelearse y dispongan ya de ayudas y protocolos sanitarios" contra la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), que ya cuenta con 40 focos en la Comunidad, una de las más afectadas.

En un comunicado que recoge EFE, ha considerado "urgente e imprescindible una coordinación de las Administraciones competentes en la gestión de la enfermedad, un protocolo de actuación frente a sus consecuencias y una línea de ayudas para los ganaderos con positivos en sus granjas que incluya tanto el manejo de los animales enfermos como la indemnización de los animales fallecidos".

Ha sostenido que, ante la pasividad de las administraciones, "los ganaderos temen que estén esperando una inmunidad de rebaño para no tener que implicarse en el problema, aunque ello supondría unos efectos irreversibles en las granjas, tanto económicos como sociales".

UPA-COAG ha indicado que un ganadero pierde entre 900 y 1.500 euros cuando fallece una vaca, otros 400 cuando se produce un aborto, otros 10 euros diarios, aproximadamente, por cada res debido al tratamiento sanitario. Y a todo ello hay que añadir las restricciones de mercado y los efectos a largo plazo que pueden tener los animales.

La Alianza ha recordado que la EHE se ha "cebado" especialmente con Castilla y León, sobre todo, con provincias como Salamanca, o Zamora.

La última actualización del Ministerio de Agricultura, con datos del Laboratorio Central de Veterinaria (LCV) de Algete, laboratorio nacional de referencia para esta enfermedad, comunicado el 20 de septiembre, muestra que nuestra región mostraba casi 40 focos centrados principalmente en las provincias mencionadas además de Ávila, Segovia y, en menor medida, en Valladolid y Burgos.

La organización agraria ha recordado que cada uno de esos focos afecta a un área sanitaria de 150 kilómetros a la redonda, lo que quiere decir que dentro de un mismo foco puede haber decenas de granjas afectadas.

Según los datos aportados por la Alianza, desde finales de agosto el número de vacas muertas en Castilla y León ha subido un 25 por ciento, de forma que en ese periodo han fallecido 1.700 reses más que en el mismo de 2022.

Solo en Salamanca, provincia con el mayor censo bovino de España, han fallecido 1.162 vacas más, y según la Alianza, la diferencia entre uno y otro periodo comparado es, precisamente, la EHE.

En el caso de Zamora, "los últimos datos de la Consejería elevan a 3.150 el número de reses con sintomatología, lo que supone un crecimiento de más de 1.000 animales en una sola semana. Las explotaciones con EHE suman ya 222 y el número de vacas muertas fue de 235".

"A falta de datos concretos de la provincia de Salamanca, donde la enfermedad se está cebando con igual o mayor virulencia que en Zamora, podemos hacernos idea de la magnitud del problema", han zanjado.