Aunque habitualmente, las crónicas y noticias con origen en la Comisaría Provincial de la Policía Nacional en Ávila abordan temas que no siempre resultan agradables, ésta vez es diferente, ésta es una de esas ocasiones en las que la Policía es noticia precisamente por su labor humanitaria y por la empatía de las personas que visten el uniforme.

Los hechos han ocurrido en la madrugada de este miércoles, cuando los policías nacionales que se encontraban prestando servicio, fueron comisionados por la Sala CIMACC 091 para que se dirigieran al Hospital Nuestra Señora de Sonsoles de la capital abulense, donde al parecer el vigilante de seguridad tenía problemas con una paciente.

Una vez en el Hospital de Ávila, los agentes fueron informados por los médicos del Servicio de Urgencias, de la presencia de una mujer a la que tenían que realizar una valoración, ya que la misma se encontraba con su bebé de 17 meses de edad y con claros síntomas de embriaguez, lo cuales eran incompatibles con el cuidado de un bebé tan pequeñito.

La paciente quiso abandonar el centro médico sin permiso de los servicios sanitarios, siendo interceptada por el vigilante de seguridad y los policías nacionales que se encontraban junto a él.

Atención bebé

Entre todos, pudieron convencerla para que regresara al Hospital Nuestra Señora de Sonsoles, para ser atendido tanto su bebé como ella misma, velando así por la integridad de ambos.

Uno de los agentes cogió en sus brazos al bebé, pudiendo tranquilizarlo para trasladarlo a la Sección de Pediatría del Hospital de Ávila, para ser atendido por los médicos, momento en el que el Policía nacional, con la ayuda del personal sanitario, le dio su biberón.