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El Equipo Territorial de Policía Judicial y agentes de los Puestos de la Guardia Civil de La Adrada y Candeleda han detenido a cinco personas, tres hombres y dos mujeres, como presuntas autoras de dos delitos de robo con escalo y, otros dos delitos de daños dentro del marco de la Operación Cotiétar contra el robo de cobre.
Los delitos de robo han consistido en la sustracción de cable de cobre, valorado en 160.000 euros, y como consecuencia de ello se ocasionaron daños en la red de fibra óptica, cuyo coste asciende a 200.000 euros. Los robos, cometidos en la comarca del Valle del Tiétar, provocaron la interrupción de los servicios de internet en varias localidades.
El primer incidente se produjo el pasado 18 de octubre, cuando la Guardia Civil recibió una denuncia por parte de una empresa de telecomunicaciones, mediante la cual informó sobre un corte en la línea de fibra óptica en el kilómetro 47,8 de la Carretera CL-501, en Lanzahíta. La denuncia, que detallaba la interrupción del servicio de internet en varios pueblos, valoró los daños en 200.000 euros debido a la paralización de los servicios durante tres días.
Posteriormente, el 28 de octubre, un nuevo robo de cableado de cobre tuvo lugar en el kilómetro 57,53 de la misma carretera. En esta ocasión, los autores sustrajeron 2.800 kilogramos de cableado de cobre, valorados en 130.000 euros. De nuevo, el robo también causó daños en la red de fibra, dejando sin conexión a varias localidades de la Comarca del Valle del Tiétar por un día.
La Guardia Civil recalca que, además del robo de cobre, el corte de las líneas de fibra óptica genera un impacto significativo en las telecomunicaciones. Los robos no solo representan una pérdida económica directa por la sustracción del cobre, sino que, como consecuencia de esos robos, al dañar también la fibra óptica, la infraestructura de comunicación se ve gravemente afectada. Durante el tiempo que permanecen cortadas las líneas, los servicios de internet, telefonía y emergencias se ven interrumpidos, causando una importante alteración en la vida cotidiana de los afectados.
Dada la gravedad de los hechos y la alarma social generada por los robos, la Guardia Civil inició la citada operación, con unas investigaciones policiales que llevaron a centrarse en dos varones de la comarca del Valle del Tiétar. A partir de las investigaciones, la Guardia Civil intensificó sus servicios y las medidas de seguridad, estableciendo diferentes dispositivos operativos y discretos en los puntos más vulnerables de la red de cableado.
El pasado 10 de noviembre, como resultado de los dispositivos e investigaciones efectuadas, una patrulla de seguridad ciudadana sorprendió a tres individuos infraganti mientras cortaban cableado de cobre en las proximidades del kilómetro 2,9 de la carretera AV-930.
En el vehículo utilizado por los detenidos se hallaron varias sacas de tela con cableado de cobre ya cortado, lo que permitió confirmar su implicación en el robo.
Las investigaciones continuaron y, gracias al trabajo conjunto del Equipo Territorial de Policía Judicial de la Guardia Civil de Arenas de San Pedro y de los Puestos de La Adrada y Candeleda, se logró identificar a otras dos personas más involucradas en la venta del cobre sustraído a chatarrerías.
Estas detenciones permitieron desarticular completamente el grupo responsable de los robos. El martes 12 de noviembre, los cinco detenidos fueron puestos a disposición de la autoridad judicial competente.
La Guardia Civil recuerda la importancia de proteger las infraestructuras de telecomunicaciones, que son esenciales para el funcionamiento de los servicios de internet, telefonía y emergencias. Ante cualquier actividad sospechosa cerca de instalaciones de cableado o redes de fibra, la ciudadanía debe alertar de inmediato a las autoridades para prevenir este tipo de delitos, a través del teléfono de la Guardia Civil, el 062 o de la aplicación móvil AlertCops.