Aitor, un burgalés afincado en Valencia, relata el desastre absoluto en las calles anegadas y la lucha de vecinos y voluntarios por salvar lo poco que queda
Ha convertido la bicicleta en "un modo de vida", tanto que reconoce que al año hace "más kilómetros en bici que con el coche". Pero es que, además, sus pedaladas son solidarias. Es Sergio Monge, un apasionado de las dos ruedas que hoy se toma una Mahou con el periodista Pedro Santa Brígida en una nueva entrega de Cerveceando.
Sergio, creador del proyecto 'Dando pedales', llega al Continental, en la Plaza Mayor de Valladolid, cómo no podía ser de otra forma, en bici. No le gusta que le llamen ciclista. "Soy un grana aficionado a la bicicleta, pero no soy ningún ciclista, es una actitud de vida, no algo concreto", dice este ingeniero.
Sus causas solidarias son pedaleando, "porque no tengo otra manera de llamar la atención". Dice que es "obligado" que de la cualidad de cada uno se entregue un poquito a los demás. Su entrega surgió hace doce años en una prueba, quizá la más dura del mundo, la Titan Desert. Allí conoció a una madre coraje, que intentaba llamar la atención sobre la enfermedad incurable de su hijo Nacho.
Cada 2.000 kilómetros que hago en retos solidarios lleva detrás otros 20.000 de entrenamientos
"En un momento muy duro de la prueba encontré a Eva que quería visibilizar la enfermedad de su hijo. Esa experiencia vital me cambió y me autoimpuse el hito de que todos los años haría algo para ayudar a los demás". Sergio es pura pasión en cada reto, también cuando habla de ellos.
Más tarde conocería a Ana del Fraile, la fundadora de We can be heroes, una asociación que recauda fondos para la investigación en la lucha contra el cáncer. "Es una persona vital en mi vida y su proyecto es muy yo. Luchamos contra el cáncer, financiamos becas de investigación con un proyecto que no pretende despertar compasión, sino una sonrisa. Somos luchadores".
Define su proyecto de dando pedales como "bicicleta, retos y solidaridad". Y ahí están sus soprendentes logros: 24 horas dando pedales sin parar en la plaza de Zorrilla, sus 1.000 kilómetros seguidos en la cúpula del Milenio, o sus viajes a Mongolia, Ámsterdam, Roma o Viena, entre otros.
Tiene muchos "retos de futuro" que pedalean en su cabeza. Pero, por el momento, prefiere no adelantar nada "hasta que no lo defina con Ana del Fraile". Lo que sí es seguro es que seguirá haciendo más kilómetros cada año en bicicleta que en coche, porque aunque Sergio no lleve una estadística de cuántos kilómetros ha pedaleado por causas solidarias, ofrece un dato: "cada 2.000 kilómetros que hago en uno de los retos solidarios lleva detrás otros 20.000 de entrenamientos".
Es Sergio Monge el ingeniero vallisoletano que ha convertido la bicicleta en "un medio de vida".
Aitor, un burgalés afincado en Valencia, relata el desastre absoluto en las calles anegadas y la lucha de vecinos y voluntarios por salvar lo poco que queda
El dinero recaudado se destinará a programas de prevención de toxicomanías y asistencia a drogodependientes
Su éxito hace que estén agotados en la mayoría de puntos de venta oficiales de todo el mundo, tanto físicos como 'online'
Cerveceando charla con este vallisoletano que ha completado varios retos sobre ruedas con el objetivo de ayudar a los más necesitados