El lunes arranca el juicio al expolítico Pedro Muñoz por intentar matar a su exmujer, la abogada Raquel Díaz

Este lunes 11 de diciembre arranca en la Audiencia Provincial de León el juicio al expolítico del Bierzo Pedro Muñoz, procesado por intentar matar a su mujer. La acusación particular de Raquel le acusa además de otros siete delitos. El Ministerio Fiscal, de otros seis, como la acusación particular de la hija de Raquel, C.

Pedro Muñoz será el primero en declarar (9:15) sobre los hechos acaecidos en la finca familiar de Toreno el 27 de mayo de 2020, así como otros episodios de violencia acreditados en el sumario, entre ellos el día en que Raquel pidió auxilio al 112 en marzo de 2018 y otra bronca tremenda que ella misma grabó durante tres horas en Toreno febrero de 2020.

De todo ello, así como de todas las declaraciones de testigos, peritos, médicos y agentes de los cuerpos de seguridad cuyos testimonios se han requerido sobre la larga instrucción del caso tendrá que responder Pedro Muñoz, exmarido y presunto agresor de la víctima. Previsiblemente, el exconcejal del Ayuntamiento de Ponferrada (en libertad desde mayo de 2022, tras casi dos años de prisión preventiva) sólo querrá contestar a las preguntas de los letrados de la defensa y a las del Ministerio Fiscal, como ya hiciera durante los dos interrogatorios a los que se sometió durante la instrucción, en los que se negó a responder a las preguntas de las acusaciones particulares.

Tras el testimonio del investigado, será el turno de Raquel Díaz, cuya declaración está prevista para las 10:15, aunque más que previsiblemente se retrasará, dado que serán muchas las explicaciones que tendrá que dar Muñoz, que durante la instrucción del caso ofreció un sinfín de versiones sobre lo que pudo ocurrir en la vivienda de Toreno en la tarde/noche del día en que la abogada leonesa Raquel Díaz, su entonces mujer, "quedó" parapléjica, con 17 lesiones y graves daños neurológicos.

Raquel Díaz (Villablino, 1976) también estará en la sala tercera de la Audiencia, como era su deseo.  Está "nerviosa" y "esperanzada". Hace unos días ha vuelto a cambiar de residencia (y ya son cuatro los cambios de centro geriátrico de Castilla y León en que ha esperado la ansiada fecha del juicio durante 1.263 días, rodeada de ancianos y enfermos psiquiátricos), 

Será la primera vez que Raquel Díaz se vea con Pedro Muñoz desde que ocurrieron los hechos de Toreno que se juzgan este lunes en León. Será la primera vez que vea a su exmarido desde que él, desde prisión, pidió el divorcio. Será la primera vez en más de tres años y medio en que Raquel vuelva a pisar la calle "con libertad y sin miedo". "Todo este tiempo he estado escondida y aterrada, peor que presa, como si fuera yo la culpable de algo", quiere dejar claro ella, que reconoce estar "emocionada, algo asustada y esperanzada de que por fin haya justicia conmigo".

Muñoz, tras casi dos años en preventiva, está en libertad desde mayo de 2022. Por el momento no se ha pronunciado fuera de los interrogatorios en sede judicial. Cuando los reporteros de La Sexta le abordaron cerca de su casa de Toreno hace unos meses, sólo dijo que "se están diciendo barbaridades y locuras".

En el primer día de juicio, además de Muñoz y Raquel Díaz, también testificará la hija de ella, C., que a partir de las 12:30 relatará el infierno que han vivido su madre y el resto de la familia desde que Raquel iniciara su tormentosa relación con Muñoz hacia 2015. "Mi madre sufría y sufría", declaró cuando declaró el 2 de junio de 2020 durante la instrucción del caso en Ponferrada. "Yo veía a mi madre destrozada", dijo también. Fue ella quien el 31 de mayo de 2020 presentó la denuncia contra el entonces marido de su madre, dado que Raquel se debatía entre la vida y la muerte. "Tenían un día bueno, y luego el infierno", lamentó C., que se negó a asistir al enlace que celebraron Muñoz y Raquel en diciembre de 2018, a sabiendas ya del calvario que vivía Raquel con su pareja.

El juicio se celebrará también el resto de la semana, hasta el viernes. El jueves 21 de diciembre será el turno de las conclusiones finales de cada parte. El día en que el Ministerio Fiscal y las dos acusaciones particulares elevarán al tribunal la calificación definitiva de los hechos, y el día del turno de última palabra para la defensa de Pedro Muñoz.

La acusación particular de Raquel pide 23 años de cárcel

Asesinato en grado de tentativa es el cargo principal que imputa a Muñoz la acusación particular que ejerce el letrado Felipe Patiño (designado por la propia Raquel hace unos meses, tras perder su confianza en el anterior abogado que llevaba el caso). Acusa a Muñoz de ése y de otros siete delitos. En total, la acusación particular de Raquel Díaz solicita para su exmarido 23 años de cárcel menos un día.

"Cuando una persona ataca por sorpresa a su mujer, la agarra por el cuello con una mano, la lanza desde la terraza contra un pozo, baja las escaleras para ir a rematarla y mientras ella está indefensa en el suelo la golpea brutalmente con un bate de grandes dimensiones en la cabeza, continúa golpeándola hasta que la cree muerta, entonces? indudablemente concurren las agravantes de alevosía y ensañamiento?. El relato lo formulaba Patiño hace unos meses a esta periodista para explicar muy gráficamente por qué ve clara la calificación de asesinato en grado de tentativa que reclama para Muñoz. A juicio del letrado ferrolano, no cabe ninguna duda de que cuando una persona arroja a otra por el balcón, "su intención es matarla, provocarle el mayor daño posible, porque no quiere causar unas lesiones muy graves, ni quiere que quede parapléjica, sino acabar con su vida, porque es absolutamente imposible controlar el resultado de una acción tan tremenda".

Para la acusación particular, la petición de asesinato (en grado de tentativa) es la que más se ajusta a los hechos, "a la inequívoca voluntad de Muñoz de acabar con la vida de Raquel".

La fiscal pide "lesiones agravadas" y otros seis delitos

En el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, que en principio acusaba a Muñoz de homicidio en grado de tentativa, finalmente se pide la absolución por homicidio en grado de tentativa "por desestimiento", es decir, porque después de tirarla por el balcón, "Muñoz se arrepintió, la colocó en una posición de seguridad y alertó al 112 pidiendo ayuda, presentándose los servicios médicos en el lugar, quienes atendieron y trasladaron a la víctima al hospital en estado de extrema gravedad". 

La fiscal que instruyó el caso, Inés Lescún, que será la misma que participe en el juicio, consideró más adecuado acusarle de "lesiones agravadas" porque la pena sería más elevada: 12 en ese caso, y 10 si le condenan por homicidio en grado de tentativa. A su juicio, el ensañamiento "es difícil de probar, al haberla levantado y llamado al 112, al igual que la alevosía".

Previsiblemente, la fiscal explicará en el juicio cómo es posible que el presunto agresor "se arrepintiera" si en ningún momento ha reconocido ninguno de los hechos que se le imputan.

En lo que sí coinciden los escritos de acusación del Ministerio Fiscal y la acusación particular de Raquel es en la descripción de la larga ristra de secuelas físicas y neorológicas que padecerá Raquel el resto de su vida, una terrible enumeración de daños por los que la fiscal solicita una indemnización de 1.120.098 euros, mientras que el abogado de la víctima reclama 2.334.642 euros.

La hija también pide tentativa de asesinato

La otra acusación particular, la de la hija de Raquel, ejercida por el abogado de Adavas, Jaime de la Hera Cañibano, solicita para Muñoz una pena de 21 años. En su escrito de calificación, lo acusa, como principal delito, al igual que Patiño, de asesinato en grado de tentativa y de otros seis delitos.

En concepto de responsabilidad civil, por las lesiones, secuelas físicas, psíquicas y daños morales causados, pide que el procesado indemnice a Raquel Díaz con 1.120.098 euros, la misma cantidad que solicita el Ministerio Fiscal.

La defensa de Pedro Muñoz

Como suele ser habitual en estos casos, la defensa de Pedro Muñoz, ejercida por los abogados Ana Isabel López y Pedro Quintana, en su escrito de defensa se limitan a pedir la libre absolución de su defendido "respecto a los delitos que se le imputan, con todos los pronunciamientos favorables".