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La renta agraria cae un 16,2% en Castilla y León y se sitúa en 2.685,9 millones en 2022

Asaja estima un cierre de 2023 "desastroso" por debajo de los 2.000 millones de euros

La renta agraria cae un 16,2% en Castilla y León y se sitúa en 2.685,9 millones en 2022
R.C.G.T
R.C.G.T
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La renta agraria se situó en Castilla y León en los 2.685,9 millones de euros en el año 2022, según la primera estimación de las Cuentas Económicas de la Agricultura (CEA) publicadas hace unos días por la Junta, un año que "no fue bueno" y en el que se contrajeron los ingresos de agricultores y ganaderos un 16,2 por ciento, con 517 millones menos, respecto a 2021. "Sobre mojado llueve", y este año, con una sequía galopante y una cosecha paupérrima, Asaja estima "el peor o uno de los peores datos económicos de la historia reciente" para el sector, por debajo de los 2.000 millones de euros.

Por debajo de ese dato de renta, se situaron desde 2010, sólo los ejercicios 2014, con 1.987 millones de euros; y 2017, con 1.797 millones, que contrastan con el magnifico ejercicio de 2021, cuando estalló la Covid, y el campo alcanzó unos ingresos de 3.203,34 millones, según los datos que facilita la Consejería de Agricultura.

Cabe recordar que este año, la producción de cosecha de cereal se situó en los 3,24 millones de toneladas, con una reducción del 52 por ciento respecto a la media de los últimos cinco años (6,7 millones de toneladas) y un 37 por ciento inferior a la de la campaña pasada, que fue de 5,2 millones de toneladas. El dato es el segundo peor de este siglo, solo empeorado por el de 2017, cuya producción fue únicamente de 2,7 millones de toneladas.

El presidente de Asaja, Donaciano Dujo, sentenció a Ical, que "este va a ser un año de los peores de la historia reciente o el peor, porque sin duda alguna se sumará a la baja cosecha, los mayores costes de la historia, con 500-1.000 euros más por hectárea, lo que conlleva una rentabilidad muy baja". "Nunca hemos gastado tanto para ganar tan poco", lamentó el dirigente agrario, quien dio por hecho un "resultado negativo más que nunca, por debajo de los 2.000 millones", pero a las subidas en el precio de productos como la leche o la carne.

PROCESO INFLACIONISTA

Las Cuentas Económicas de la Agricultura ponen de relieve que el proceso inflacionista de los consumos intermedios ya se había iniciado en 2022, cuando los profesionales del sector gastaron en insumos 5.377,1 millones de euros, lo que representa un aumento del 25,9 por ciento en comparación al dato de 2021. Para ilustrarlo basta con ver la evolución del desembolso de tres factores básicos de producción, como son la energía y los lubricantes; los fertilizantes y enmiendas, y los piensos para ganado. Estos últimos supusieron un gasto de 2.979,4 millones de euros el año pasado para el sector, con un aumento del 28,6 por ciento. La energía, por su parte, representó un desembolso de 508,1 millones, con un crecimiento del 51,8 por ciento; mientras que los fertilizantes costaron 723,2 millones, un 37,7 por ciento más.

Frente a este encarecimiento de los costes, la producción de cereal durante el 2022, tampoco fue buena, con un valor de la cosecha de 1.998,8 millones, que suponen una merma del 11,9 por ciento respecto a la de 2021. La producción de hortalizas ascendió a 316,8 millones, un 1,3 por ciento menos.

Por el contrario, el valor de la producción de patata (246 millones de euros), se disparó un 86,8 por ciento; el de frutas (228,4 millones), un 24,8 por ciento; el de plantas industriales (440,8), un 19,2 por ciento; y el de forrajeras (467,1), un 12,5 por ciento. Cabe destacar además que se produjo aceite de oliva por 2,1 millones, con una aumento del 34,4 por ciento; y vino y mosto, por 104,8 millones, un uno por ciento por encima del dato de 2021. En total, la producción vegetal sumó 3.812,6 millones, un apenas 0,1 por ciento más que en 2021.

En cuanto a la ganadería, las CEA indican que la producción animal ascendió en 2022, a 3.836,3 millones de euros, con un avance del 19 por ciento. La carne y el ganado sumaron 2.694,9 millones, un 14 por ciento más que en 2021; y los productos animales, 1.141,4 millones, con un 32,5 por ciento.

Dentro de la carne y el ganado, sólo descendió la producción de ovino y caprino un dos por ciento, hasta los 204,3 millones. Las aves (274,6 millones de euros), subieron un 18,3 por ciento; el porcino (1.464,7 millones), un 15,7 por ciento; el bovino (706,1), un 15,1 por ciento; y el equino (8,3), un 3,7 por ciento. En cuanto a los productos animales, la leche (vaca, oveja y cabra), sumó 766 millones de euros, un 24,4 por ciento más; y los huevos, 348,9 millones, con un enorme aumento del 64,3 por ciento.

La producción total del campo se situó así en 2022, en los 7.941,6 millones de euros, menos los 5.377,1 de los consumos, suponen un valor añadido bruto de 2.564,4 millones, un 15,9 por ciento menos que en 2021. Las amortizaciones se elevaron un 6,8 por ciento, con 788,8 millones, lo que arroja un valor añadido neto (se restan del bruto), de 1.775,7 millones, con una merma del 23,1 por ciento.

A este dato se suman otras subvenciones, 953 millones, con un aumento del 1,9 por ciento; y se restan otros impuestos, 42,7 millones, que crecieron un 3,6 por ciento, para una renta agraria de 2.685,9 millones, con una caída del 16,2 por ciento.