circle
Clásico

La cosecha de cereal, la segunda peor del siglo en Castilla y León en un año de "extrema sequía"

Destaca la significativa disminución de la superficie cultivada de cereal de invierno en la Comunidad

La cosecha de cereal, la segunda peor del siglo en Castilla y León en un año de "extrema sequía"
Campo sembrado de cereal.
Isabel  Rodríguez
Isabel Rodríguez
Lectura estimada: 3 min.
Última actualización: 

La cosecha de cereal de invierno se reducirá esta campaña a 3,24 millones de toneladas en Castilla y León, un 37 por ciento menos que el año anterior, que la sitúan como la segunda peor del siglo, solo por detrás de la de 2017, según ha avanzado este miércoles en Sahagún (León) el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Gerardo Dueñas, y publica EFE. 

El consejero ha precisado que este descenso es similar al sufrido en toda España, donde apenas se recogerán 8,3 millones de toneladas. Dueñas ha incidido, durante la presentación de los resultados de la campaña, que destaca la significativa disminución de la superficie cultivada de cereal de invierno, que asciende a 1,64 millones de hectáreas, un 10 % inferior a la de la campaña pasada y un 12 % por debajo de la superficie media de los últimos cinco años.

También ha subrayado que esta campaña se ha caracterizado por la "extrema sequía" y los "inusuales episodios de altas temperaturas", condiciones que "han lastrado la excelente sementera y el buen estado del desarrollo del cultivo que se presentaba previo a la entrada de la primavera".

Así, ha recordado que el mes de marzo fue cálido y seco, pero le siguió un mes de abril -fundamental para el desarrollo del cereal- extremadamente seco, con un déficit hídrico del 80 % y muy cálido, lo que afectó negativamente al desarrollo del cultivo.

La ausencia de lluvias continuó en mayo, con un déficit de un 26 % respecto a un año normal, y las lluvias aparecieron en los últimos días del mes, en algunos casos en forma de tormentas y con granizo en determinadas zonas, mientras, mientras que junio fue muy húmedo, con precipitaciones un 121% superiores a la media, pero las lluvias llegaron tarde para el cereal de invierno, aunque sí han beneficiado a los cultivos de primavera.

"Estas inclemencias meteorológicas han provocado que la producción estimada alcance los 3,24 millones de toneladas, lo que supone una reducción del 52 % respecto a la media de los últimos cinco años (6,7 millones de toneladas) y que sea un 37 % inferior a la de la campaña pasada, que, sin ser buena, alcanzó los 5,2 millones de toneladas", ha recalcado el consejero.

Campaña excepcional por la meteorología adversa 

Como respuesta a estas condiciones excepcionales, Dueñas ha destacado que la Junta ha adoptado el acuerdo por el que se declara en Castilla y León la campaña agrícola 2022-2023 como excepcional, debido a los efectos producidos por los fenómenos meteorológicos adversos acaecidos, y se declara la urgencia en la adopción de las medidas de apoyo al sector agrario.

Se trata, ha recordado, de un paquete de medidas destinadas a paliar la bajada de rentabilidad de las explotaciones, dirigidas por ello a mejorar la liquidez de los agricultores y ganaderos y a aumentar la disponibilidad de agua en las explotaciones ganaderas.

Trigo y cebada

Respecto a la superficie por los cultivos, ha avanzado que, otro año más, es el trigo el cereal más sembrado con 762.000 hectáreas y una producción estimada de 1,64 millones de toneladas, seguido de la cebada, con 704.000 hectáreas y una producción de 1,34 millones de toneladas.

Al centeno se dedican 59.000 hectáreas, 83.000 a la avena y 30.000 al triticale, cultivos que, en conjunto, alcanzan una producción de 262.000 toneladas.

Igualmente, ha manifestado que las adversas condiciones meteorológicas, principalmente la sequía, provocaron una disminución drástica de los rendimientos, que alcanzaron los 1.980 kilogramos por hectárea de media, lo que supone una disminución de un 30% respecto a la campaña pasada y un 45 % respecto a la media de los cinco últimos años.

Los rendimientos medios de trigo blando ascienden a 2.150 kilogramos por hectárea y los de cebada a 1.900 kilogramos por hectárea.

La cebada, por su parte, presentó en esta campaña rendimientos medios de 1.900 kilogramos por hectárea, un 35 % inferiores a la campaña pasada y un 48 % por debajo de la media de los últimos cinco años.

Con los datos de cotización actuales, se estima un valor de la producción de cereales de invierno de unos 850 millones de euros, lo que supone un 53% menos que la cosecha de la campaña pasada.