UGT reivindica medidas para atajar las "contrataciones fraudulentas" de las personas trabajadoras del servicio doméstico

UGT reivindicó la labor de las personas trabajadoras del servicio doméstico y solicitó medidas para atajar las "contrataciones fraudulentas y las condiciones laborales ilegales", unas acciones que se enmarcan en el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar.

La secretaria de Políticas Sociales e Igualdad, de UGT Castilla y León, Victoria Zumalacárregui, valoró la ratificación de España del Convenio 189 de la OIT sobre las personas trabajadoras del servicio doméstico, en febrero de 2023, al tratarse de una demanda que el sindicato lleva tiempo reivindicando a los distintos Gobiernos, más aún tras la firma hace once años del Convenio en Ginebra. 

Para la organización sindical en Castilla y León, esa ratificación era "fundamental para avanzar en derechos y eliminar las discriminaciones que sufren las trabajadoras y trabajadores del hogar". Por eso han aplaudido la iniciativa del Gobierno que, haciéndose eco de esta insistencia, se ha adelantado a la ratificación con la adaptación de su contenido a la normativa interna española aprobando el Real Decreto Ley 16/2022, de 6 de septiembre, para equiparar los derechos de estas trabajadoras al resto de trabajadoras y trabajadores por cuenta ajena.

Todo ello mediante el reconocimiento, entre otras medidas, del derecho a la prestación por desempleo, la cobertura de la garantía salarial a través del Fondo de Garantía Salarial (FOGASA), el derecho a la protección de su seguridad y salud en el trabajo en condiciones de igualdad con el resto de personas trabajadoras y suprimiendo la figura del desistimiento que permitía su despido sin justa causa. 

De la equiparación de derechos que regula esta novedad normativa, se benefician más de 15.800 personas trabajadoras "formales" del servicio doméstico en Castilla y León. Y cabe destacar que, según datos de la Seguridad Social, el 96 por ciento de ellas son mujeres y el 33,8 por ciento personas migrantes. 

Este nivel de afiliación de empleo en el hogar representa el 1,7 por ciento de toda la afiliación en Castilla y León y el 7,7 por ciento para las personas migrantes. En el caso de las trabajadoras, el empleo doméstico supone para ellas tres de cada diez altas, en el caso de los hombres representa solo el 0,2 por ciento. 

De hecho, este sector ha evolucionado a la baja en los últimos años tanto en Castilla y León como en el resto de España, con un descenso del 11,3 por ciento desde 2015. Por tanto, el gasto medio por hogar en salario del personal doméstico ha ido decreciendo considerablemente, desde 244 euros de gasto medio por hogar en 2017 ha pasado a 205 euros en 2019 y a 82 euros en 2021 (último dato INE), con una reducción muy significativa con respecto a años anteriores.

Para Zumalacárregui, parte de la explicación puede buscarse en las "políticas muy positivas en materia de cuidados", porque han aumentado en número, diversidad e intensidad en los servicios públicos pese a que existen diferencias notables entre regiones. Y es que, de acuerdo con la secretaria de políticas sociales de UGTCyL, puede "deberse al incremento significativo de los presupuestos del Gobierno de España en materia de cuidados".

En este sentido, el informe de UGT del pasado año ya reflejaba un mayor porcentaje de trabajo profesionalizado (servicios sociales sin alojamiento y asistencia en establecimientos residenciales), y un menor porcentaje de personal doméstico. En consecuencia, cuanto mayor es la cobertura de los cuidados y de necesidades sociales mediante empleo profesionalizado, menos peso tiene el empleo del personal doméstico. No obstante, "esa ingente necesidad de cobertura de cuidados que cubren ahora mismo las mujeres trabajadoras del servicio doméstico constituye un nicho de empleo profesional extraordinario".

Zumalacárregui señaló que "desarrollarán sus funciones bajo condiciones laborales decentes, estables y plena de derechos". En este sentido, es necesario resaltar que, según la secretaria de Políticas Sociales e Igualdad de UGT CyL, en el actual escenario económico de las familias, "se está produciendo un gran recorte en el gasto de las familias, especialmente significativo en elementos que se entienden como prescindibles". 

Así sucede con el empleo doméstico, cuyas trabajadoras cubren también necesidades de cuidado que, pese a su avance, aún no atienden los servicios públicos profesionales. A menudo, además, según denuncian desde el sindicato, las familias contratantes, por motivos económicos, recurren a la prestación informal y fraudulenta del servicio, dijo.

"Nos encontramos ante uno de los sectores con más economía sumergida y más complicado de controlar que existe, porque el espacio laboral se ubica en viviendas particulares, aunque las últimas campañas de la Inspección de Trabajo sobre el servicio del hogar puestas en marcha han permitido «avances» y una mayor concienciación sobre las condiciones laborales de las trabajadoras". 

En consecuencia, Victoria Zumalacárregui insistió en la necesidad de "seguir avanzando hasta conseguir que se eliminen todas las discriminaciones que sufren las trabajadoras y trabajadores del hogar y tengan plenos derecho".