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El MUSAC: Un espacio para reivindicar los derechos humanos con el artista Ai Weiwei

El artista y activista Ai Weiwei exhibe en el museo sus proyectos más ambiciosos con la exposición 'Don Quixote' hasta el 18 de mayo

El MUSAC: Un espacio para reivindicar los derechos humanos con el artista Ai Weiwei
Miguel Ángel  Fernández
Miguel Ángel Fernández
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Ai Weiwei es una figura imprescindible en el panorama artístico internacional, conocido por su capacidad de fusionar arte y activismo en defensa de los derechos humanos universales y la libertad de expresión. Desde el día 9 de noviembre hasta el 18 de mayo de 2025 puede visitarse en el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC) una muestra que expone cuarenta y dos obras del artista producidas durante los últimos veinte años de su trayectoria. El propio Ai Weiwei ha declarado que se trata de uno de sus proyectos expositivos más ambiciosos. Comisariada por el director del MUSAC, Álvaro Rodríguez Fominaya, la muestra ha sido diseñada junto al artista en exclusiva para el museo leonés, cuyas salas permiten albergar algunas de sus obras más monumentales, imposibles de exponer en otros museos.

'Don Quixote' reúne instalaciones, vídeos, películas y cuadros ejecutados con ladrillos de juguete, tipo LEGO o WOMA. Se trata, además, de la primera exposición que exhibe en profundidad la serie de cuadros realizados por Ai Weiwei con esta técnica, que constituyen el hilo conductor del proyecto: diecinueve obras en las que el artista parte de los cuarenta colores disponibles de estas piezas de plástico de juguete para producir imágenes que recrean cuadros de la historia del arte, modifican fotografías procedentes de los medios de comunicación o recrean obras del propio Ai Weiwei realizadas anteriormente con otras técnicas.

Asimismo, durante el recorrido expositivo podemos encontrar instalaciones monumentales, entre las que destaca 'La Commedia Umana', un colosal candelabro de más de ocho metros de altura fabricado en cristal de Murano, que se exhibe por primera vez en un museo y surge de las reflexiones del artista sobre la humanidad, así como de su defensa de la libertad de expresión. Cerrando el recorrido encontramos asimismo doce serigrafías pertenecientes a la serie 'Finger [dedo]', quizás una de las obras más reconocidas del artista. En ellas podemos ver la mano de Ai Weiwei ante diversos centros de poder de todo el mundo, expresando su descontento mediante un gesto grosero que en España denominamos 'peineta'. La primera imagen de esta serie fue realizada en la plaza de la Plaza de Tiananmén en Pekín.

La vida y la obra de Ai Weiwei interactúan sin descanso y se influyen mutuamente en una confluencia que a menudo se extiende a su activismo en defensa de los derechos humanos. Así, para buscar el origen de Don Quixote es necesario retroceder hasta la infancia del artista. Su padre, el poeta Ai Qing, tuvo entre sus libros una edición de la obra maestra de Cervantes, que Ai Weiwei recuerda vívidamente. Viviendo en los desiertos remotos de Xinjiang, donde la familia había sido deportada, la extravagante pareja formada por Don Quijote y Sancho Panza despertó su imaginación infantil y le reveló que se podía concebir todo un mundo de fantasía, más allá de la doctrina maoísta imperante en China en la época.

Con 'Don Quixote', Ai Weiwei nos invita a reflexionar y cuestionar sobre el ser humano y la sociedad, su pasado y sobre su futuro. En sus propias palabras "Son muchas las fronteras que hay que desmantelar, pero las más importantes son las de nuestros corazones y nuestras mentes: esas son las fronteras que separan a la humanidad de sí misma". Esta exposición podrá visitarse en el MUSAC hasta el 18 de mayo de 2025.