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Las lágrimas de Romeo y Julieta arropan a Jon Kapuleto en Bilbao

Por Eduardo Blázquez Mateos-URJC

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Las lágrimas de Romeo y Julieta arropan a Jon Kapuleto en Bilbao
O.R.R
O.R.R
Lectura estimada: 3 min.

 

Romeo se desliza por los túneles vegetales para recibir las aguas de Julieta que llevan a su hijo Jon.

La entrada al Infernal Averno está ambientada por el llanto y el dolor de Proserpina/Perséfone que, iluminada por el color rojo de la Lira de Patxi, lleva ante Orfeo para intensificar con ecos y sonidos los sueños de Jon.

La puesta en escena de los libros de Jon, Romeo y Julieta me lleva ante el recuerdo de los dos grandes amores de los libros: Patxi y Begoña.

Patxi va vestido de lobo en las puertas del Averno (la piel de un Lobo es la piel del Hades), un vestuario tejido por Tritón, tejedor de isomorfismo vegetal, gran Lobo jardinero que ilustra las pérgolas de Julieta y Atalanta con poemas venecianos tejidos por Begoña M. Segurola.

El Tritón/Lobo es el dios del Tránsito, mítico compañero de la Dama Mari.

Vida, muerte y resurrección en las danzas vascas y en Proserpina que, escoltada por sus dos lobos, advierte de la voz suave de Patxi, semianimal, ser criado en Bilbao que vigila las criptas de Romeo y Julieta, lugares hundidos en musgo, esenciales escenarios para abordar la historia ultramundana de los amantes de Verona.

Gritos de Romeo, aullidos de Julieta, sollozos de Jon en el Bosque de OMA.

Naranja tostado de Ceres en las huertas de Bilbao que oscilan entre los bocetos trazados por Begoña.

Sumidos en charcas fangosas, el centinela limpia sus oídos para contactar con el Lobo floreado (Errikarta).

Locus eremus, lugar yermo, refugio para melancólicos ilustrados por la lírica petrarquista del Tritón Vasco.

Patxi, de la mano de Proserpina, se convierte en centinela/músico que explora los sonidos primitivos vascos, melodías cercanas a los cencerros de Gorbea y a los torneos del Tritón en los Arenales de Urdaibai; el mugido de los antepasados totémicos organiza el punto de partida de los héroes músicos con oídos incompletos, es decir, oído sublime pintado por Ibarrola. Los protegidos de Romeo y Julieta, acotados auditivamente, evaporan la caída iluminada/cegada por la Luna plateada desde El Hayal del Lobo floreado que emana de luz la cuna vegetal para dar forma al Castillo-Mansión de Arteaga.

Marsias, Orfeo y Dionisos, gritan hacia dentro del salón de la Biblioteca de Bidebarrieta.

Los gritos interiores de Romeo y Julieta devoran el sol.

Entregan la luna a Jon.

La Luna plateada será sesgada por la nube/corteza de Oma. PATXI y BEGOÑA nos introducen en el reino de Plutón/Hades, desmenuzando las partículas de las granadas que invocan a la fertilidad de los campos y de las praderas de Bilbao alimentadas por las flores solares de Begoña.

Diosa en el inframundo, reina del ultramundo, aliada de la música de Orfeo.

Hija de Ceres y Júpiter. Proserpina será secuestrada por Plutón, a gran velocidad, los cuatro caballos de Romeo aceleran el rapto, se revelarán los eclipses del Tritón aterciopelados por la Aurora.

La BOCA de los LOBOS se SIEMBRA con la TIERRA arcillosa del bosque de Jon y Vicino.

LAS MANOS DE PATXI y BEGOÑA, manos/nubes de héroes emparentados con los árboles soñadores, albergan la belleza de las ramas de Oma.

Los labios se separan del dolor para representar el nido/refugio de sus descendientes.

PATXI vigila la Tumba de Julieta y Romeo. La cripta, iluminada con la antorcha del solar Furor eterno, se mancha/pinta con carmín sobrenatural. Las granadas, convertidas en piedras fragmentadas, abstraen a los autores, ya por forma, peso y color, el sabor del alimento de Proserpina penetra en los oídos de Patxi, las pepitas de Granada las devora Begoña en su plasticidad abstracta.

Se llena de tinieblas el rostro de Patxi, sin espectáculo, sin seducción, se revelan, desde un plano contemplativo que muestra la realidad agronular de Begoña, la Cariátide del Bosque de Oma.

El cultivo de las Granadas de Proserpina se realiza en las larvas de un manantial de Gorbea.

¡Viaja desde el exterior al interior de la crisálida de Jon Kapuleto!

Voces cavernosas. Aullar hacia el interior.

Desde la desolación de Ceres, de las madres vascas, mediadoras solares, se repara el reino de las danzas vascas para invocar al Rapto de Proserpina.

Tritón teje una novela de formación, un viaje que, desde el proceso creativo, como dinamizador de cambios, duplica el poder de ejercer influencias en épocas posteriores, en generaciones necesitadas de la Sabiduría de Errikarta, hermano de bibliotecas emergentes en la mansión de Jon Kapuleto.

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