El próximo 7 de julio, la exposición ¡Doblad mis amores! en el centro de creación, investigación y exposición de arte contemporáneo de Arévalo, Collegium, se completará con la sexta de las obras encargadas para este proyecto, la performance 'La fiesta de Marc Vives'.

Se trata de una acción desarrollada a partir de visitas, conversaciones y talleres con personas de Arévalo, que pretende rescatar algunas tradiciones festivas locales al tiempo que permitirá a las personas participantes experimentar la ciudad mediante el sonido y la corporalidad.

Durante este mes de junio, 'La fiesta' ha sido presentada en el MUSAC de León y CGAC de Santiago de Compostela, aunque en un formato totalmente diferente del que tomará en Arévalo. En este caso, a diferencia de los anteriores, la performance se plantea como una celebración construida entre todos los participantes y que busca enlazar de manera específica con los festejos de San Victorino y el sustrato histórico-cultural del lugar.

Desarrollo de La fiesta

La acción comienza con un encuentro en la plaza de Fray Juan Gil: la gente va llegando, el grupo va creciendo y se llena de habitantes de Arévalo y aledaños. Alguien inicia la llamada con un grito, con una melodía, con un ritmo y el resto le seguimos. La voz y la vibración va viajando de esquina a esquina, evocando la memoria de cada rincón de la ciudad.

En el paseo se establecen vínculos entre la arquitectura, la historia, las personas y los deseos a través de la voz, el canto, la percusión y los cuerpos. El contagio es el elemento central de cualquier jaleo y sincroniza la excitación con las canciones y los bailes. Aparece el roce y después el abrazo.

En el antiguo colegio jesuita, el jolgorio y la algarabía llegan a su cénit: a nuestro presente se suman capas del pasado (de centro educativo pero también de lugar de reunión y festivo), para cargar el espacio hacia el futuro. Esta fase supone una invasión del espacio a través del sonido, enfatizando la presencia de las voces. En este punto de la celebración ya se ha perdido la articulación de la palabra, y se convierte en una explosión del paralenguaje: ruido, voces, ademanes, nos llevan a una liberación emocional, generando una unión entre todas las personas asistentes y participantes.

¡Doblad mis amores!

La exposición toma su título de una cita del poeta Ramón Llull, sirviendo como punto de partida desde el que que seis artistas contemporáneos españoles, a través de proyectos site-specific, reflexionan acerca de la capacidad del arte para generar y multiplicar los afectos. El deseo de conectar con la tierra, de generar vínculos y rescatar saberes, es un tema que cobra especial relevancia al ser abordado desde un contexto rural. 

¡Doblad mis amores! engloba seis proyectos que han sido pensados para la iglesia de San Martín y al mismo tiempo la desbordan, ya que su objetivo y alcance tiene que ver con aprender a relacionarnos desde la vulnerabilidad y, en definitiva, como el título indica, de duplicar los afectos. 

La muestra está comisariada por Chus Martínez e incluye obras de Teresa Solar, Álvaro Urbano, Belén Rodríguez, Pep Vidal, Regina de Miguel y Marc Vives.