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Así se cata (de verdad) un godello

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Así se cata (de verdad) un godello
Fotos: Bodegas Emilio Moro.
Tribuna
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Lectura estimada: 2 min.
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Seguro que has probado un godello. Incluso puede que en alguna ocasión hayas catado uno... Pero eso es lo que crees... Hasta hoy no habrás catado (de verdad) un godello.

Soy del Bierzo así que, como me dicen cada vez que voy más allá del Manzanal, tengo tonillo y hablo cantando. Por eso, cuando me leas, hazlo como si te hablara cantando.

Nos vamos a ir de vinos tú y yo. Y para empezar bien lo mejor es hacerlo con música

Para crear un buen godello hay que amar la uva para llegar a amar el vino.

Yo encontré ese amor con apenas 8 años, limpiando los enormes fudres de una bodega. Lo encontré mientras vendimiaba con mi familia cada año y después, cuando pisaba la uva y el mosto enredaba entre los deditos. De ahí viene todo.

Soy del Bierzo, amo el godello, hago los mejores vinos y te voy a mostrar cómo catar, de verdad. ¿Piensas que sabes?

Para crear un godello hay que tener xeito. Y si te estás preguntando qué es eso, ya te has respondido a la pregunta anterior.

Y hay que pisar Molina para hacer un vino con este xeito.

Como cualquiera que sea de aquí, soy persona inquieta. Con tanta faena que, aunque trabaje día y noche, parece que no lo doy hecho. También me presta un sueñín después de manxar, una historia bien contada y pasar tiempo con la familia.

Así soy. Diversión, trabajo, amor y tradición. Y tal cual soy, son los vinos que hago.

LA CATA

Te voy a enseñar cómo se catan 3 godellines, mis 3 criaturas.

Vas a aprender a catar Polvorete y su juventud y expresividad.

A catar El Zarzal, la reunión de identidad, finura y elegancia.

Y a La Revelía, la complejidad, admiración y el cariño metidos en una botella.

Si te puede el ansia puedes ir al final y darle clic a cualquiera de los enlaces. Yo te aconsejo que sigas el orden que te propongo. Ahora, tú decides.

Si quieres aprender a catar disfrutar de verdad de estos godellos, sigue un poquito más.

Saber catar un vino es fácil. Qué tiene, qué madera lo ha acogido, qué frutas lo acompañan, pan tostado... etc. Todo eso está muy bien pero eso no son más que los ingredientes.

Para catar disfrutar el vino de verdad hay que llegar a su alma, a su esencia, y eso sólo se consigue en un único sitio. El único lugar donde cada vino va a mostrarse como es.

Cada uno de los vinos que te propongo se cata disfruta en su totalidad, para mí, en un lugar. ¿Quieres saber dónde?

Vámonos de vinos. Pago yo que estoy en ronda.

Si te vienes, yo ya marcho.

Empezar por Polvorete

Empezar por El Zarzal

Empezar por La Revelía

Si quedas aquí o marchas a otro sitio, pecha al salir.

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