En el autobús siniestrado viajaban 40 personas y se dirigían a Roquetas de Mar, habiéndose producido el accidente en Cabeza de Torres, en Murcia
Un padre recorre más de 4.000 kilómetros en bici para encontrarse con el hombre que recibió el corazón de su hija
El receptor le permitió escuchar el latir del corazón de su hija en su pecho. Conner no pudo contener las lágrimas en tan emocionante momento.
Este puede ser uno de los vídeos más emocionantes que circulen por Facebook en los últimos días. Trata del emocionante encuentro entre dos hombres, Bill Conner y Jack Jr. Conner perdió a su hija Abbey, de 20 años, el pasado invierno. A Jack Jr. le diagnosticaron problemas graves de corazón. Solo le quedaban unos días de vida. Necesitaba un milagro, y este llegó en forma de corazón, el de Abbey, que era donante de órganos.
Para concienciar y contribuir a la causa de la donación de órganos, y paraconocer personalmente a Jack Jr, Conner decidió recorrer en bici la distancia que existe desde Wisconsin, su hogar, hasta Louisiana y poder escuchar latir el corazón de su hija en él. El emocionante momento fue recogido y transmitido en directo a través de Facebook por Donate Life Louissiana.
Bill y Jack se fundieron en un largo, cariñoso y emotivo abrazo. A continuación, Jack le ofreció un estetoscopio, se desabrochó la camisa y le permitió escuchar el latir del corazón de su hija en su pecho. Conner no pudo contener las lágrimas en tan emocionante momento.
En la página GoFundMe que Bill Conner abrió para recaudar fondos para la causa de la donación de órganos escribió: “Ayudar a la gente y acudir en su ayuda en tiempos de necesidad, sabiendo que tu hijo, esposa, familia o amigos han permitido vivir a alguien gracias a su generosidad será un momento reconfortante en medio de tu propia tragedia”.
Escribió que "estadísticamente es mucho más probable que un sacerdote cometa un delito de agresión sexual contra menores de edad que delinca una persona migrante"
Localizados por la alerta automática enviada desde el móvil de uno de los ocupantes, todos de Madrid, tras el impacto
No precisaban ayuda médica, pero sí para poder avanzar, ya que la nieve les impedía continuar