Desde hace una década, la compañía ha impulsado más de 40 iniciativas en la región
Iberdrola prevé unas inversiones récord de unos 47.000 millones de euros en el periodo 2023-2025 para alcanzar un beneficio neto de entre 5.200 y 5.400 millones de euros al final del periodo, según las cifras presentadas con motivo de su Capital Markets Day, que se celebra este miércoles en Londres.
Esta cifra total de inversiones incluye 11.000 millones de euros para la adquisición de la estadounidense PNM Resources, operación que la energética espera que se desbloquee el año próximo.
La energética presidida por Ignacio Sánchez Galán prevé que su resultado bruto de explotación (Ebitda) alcanzará los 16.500-17.000 millones de euros al final del periodo, con un crecimiento medio anual del 8-9%, mientras que el beneficio neto aumentará hasta esos 5.200-5.400 millones de euros, con un incremento medio del 8-10% anual. España representará el 31% del Ebitda.
Para este 2022, el grupo estima un beneficio neto de entre 4.000 y 4.200 millones para 2022, por lo que impulsaría así sus ganancias casi un 29% con respecto a este ejercicio.
En lo que respecta al dividendo, crecerá en línea con el beneficio neto, representando el 65-75% de 'pay-out', con previsión de alcanzar entre 0,55-0,58 euros por acción en 2025, con un suelo de 0,46 euros en 2023-24 y 0,50 euros en 2025, dentro del programa de Iberdrola Retribución Flexible, que incluye la recompra de títulos.
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, destacó que la situación actual del sector es una oportunidad para que la compañía "pueda seguir contribuyendo a la autosuficiencia y la descarbonización en los países en los que estamos presentes y por eso vamos a invertir la cifra récord de 47.000 millones de euros en tres años".
De los 47.000 millones de euros de esfuerzo inversor del grupo en el periodo, un 80% se destinará a países con calificación 'A', con marcos regulatorios estables y ambiciosos objetivos de electrificación.
Por países, el grupo destinará el 47% de sus inversiones a Estados Unidos -incluyendo inversiones orgánicas y la integración de PNM Resources-, que se sitúa como el principal mercado de expansión para los próximos tres años.
En segundo lugar, se encuentra Reino Unido, con un 16%. Además, Iberdrola impulsa la diversificación geográfica a través de un enfoque adicional en países como Alemania, Francia y Australia, a los que destinará el 13% de la inversión total.
En España, las inversiones se situarán en los 6.000 millones de euros en tres años, el 13% del total, cifra que el grupo indicó que está "en línea con la media de los últimos ejercicios". Con este planteamiento inversor, la compañía contribuirá a un empleo de 85.000 personas en España para 2025.
Por áreas de negocio, la energética destinará 27.000 millones de euros a redes y 17.000 millones de euros al área de renovables. Las redes pasan por ser para la empresa la columna vertebral de la integración de la nueva capacidad de las renovables y permitirán implantar nuevas soluciones y servicios distribuidos.
Con las inversiones en esta área, la compañía se asegura marcos predecibles y protección frente a la incertidumbre macroeconómica. Así, alcanzará una base de activos regulados de 56.000 millones de euros en 2025, lo que supone un crecimiento del 44% respecto a los 39.000 millones de euros estimados para este ejercicio.
El 85% de las inversiones orgánicas en esta área está prácticamente aseguradas, ya que se realizan en proyectos con tarifas ya cerradas o con negociaciones avanzadas y con condiciones conocidas. En torno al 20% de las inversiones en transmisión irán dirigidas a Reino Unido, Estados Unidos y Brasil.
En lo que se refiere a las renovables, destinará en torno a 17.000 millones de euros enfocando el crecimiento en proyectos asegurados, de alta calidad y con la mejor relación riesgo/retorno. De esta cuantía un 46% se centrará en la eólica marina de Francia, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos. En el resto de las tecnologías, la eólica terrestre acaparará el 25% de la inversión, la fotovoltaica un 24%, la hidráulica, un 2% y las baterías, un 3%.
Con estas inversiones, la compañía incrementará en 12.100 megavatios (MW) su capacidad instalada renovable, hasta alcanzar los 52.000 MW en 2025 -3.100 MW eólica terrestre, 6.300 MW fotovoltaica, 1.800 MW offshore, 700 MW de baterías y 200 MW de hidráulica-, frente a los 40.000 MW previstos para este ejercicio. El grupo ya cuenta con un 50% de la nueva capacidad asegurada y en torno a un 95% de la producción estará contratada para 2025.
La energética destacó que este plan estratégico se orquesta dentro de "una cuidada solidez financiera, que permite a la compañía preservar los niveles de rating de crédito". Así, el grupo energético prevé que su ratio deuda neta/Ebitda se situará en las 3,4 veces al final del periodo.
Iberdrola también ha reafirmado las perspectivas para 2030, impulsadas por el crecimiento en todos los mercados y la aceleración de la electrificación, con unas inversiones de 65.000 a 75.000 millones de euros en 2026-30 para superar los 100 gigavatios (GW) de capacidad instalada y los 65.000 millones de euros en activos de redes.
Por otra parte, Iberdrola prevé la contratación de unas 12.000 personas en los próximos tres años, y para 2030 sus actividades apoyarán "más de 500.000 puestos de trabajo a nivel mundial en toda nuestra cadena de suministro", indicó Galán.
Además, el plan compatibiliza el crecimiento de la compañía en renovables y redes con el objetivo de llegar a ser neutra en carbono para 2030 en sus centrales de generación y consumos propios y en todas sus actividades a 2040. Además, Iberdrola tendrá un impacto neto positivo en la biodiversidad en 2030. Para conseguirlo, la compañía impulsará la plantación de 20 millones de árboles en 2030.
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