En el autobús siniestrado viajaban 40 personas y se dirigían a Roquetas de Mar, habiéndose producido el accidente en Cabeza de Torres, en Murcia
Condenado a nueve años de internamiento por atacar a cuatro mossos con una catana japonesa
Uno de los agentes sufrió la amputación de cuatro dedos y otros dos, heridas en los brazos
La Audiencia de Barcelona ha condenado a un hombre a nueve años de prisión --que cumplirá en internamiento psiquiátrico mientras necesite tratamiento-- por atacar con una catana a cuatro mossos y amputar cuatro dedos a uno de ellos cuando fueron a buscarle a casa para ingresarle involuntariamente.
La sentencia de la sección 6 del tribunal, consultada este lunes por Europa Press, detalla que el 18 de julio los cuatro policías, junto con sanitarios, fueron a casa del acusado para internarlo involuntariamente en un psiquiátrico por orden de un médico y a petición de su padre, después de que llevara unos dos meses sin medicarse a pesar de estar diagnosticado de esquizofrenia.
Sanitarios y policías entraron en el piso acompañados del padre del acusado, y él al principio no se opuso a que lo internaran, pero cuando fue a la habitación para cambiarse de ropa volvió con una catana, que usó para atacar a los policías "con movimientos bruscos de arriba abajo".
Hirió a un mosso en la mano derecha --al que amputó cuatro dedos-- y a otros dos en el brazo. El cuarto policía disparó y le dio al acusado en la mano, tras lo que le cayó la catana y los policías pudieron reducirle.
Además de la condena a prisión o internamiento, los jueces le imponen una indemnización de 24.685 euros para el policía que perdió cuatro dedos, de 11.800 euros para los dos heridos en el brazo y de 1.365 euros para el cuarto.
El tribunal le ha declarado culpable pero en la sentencia ha añadido la atenuante de alteración psíquica teniendo en cuenta su enfermedad mental.
Escribió que "estadísticamente es mucho más probable que un sacerdote cometa un delito de agresión sexual contra menores de edad que delinca una persona migrante"
Localizados por la alerta automática enviada desde el móvil de uno de los ocupantes, todos de Madrid, tras el impacto
No precisaban ayuda médica, pero sí para poder avanzar, ya que la nieve les impedía continuar