En cada aspecto de la vida uno siempre va a ver a personas que suplican y piden permiso por vivir, y a personas tomando el control de algo, lo que sea, pero liderando su propio camino.
Suplicar es una quiebra moral. Es decirle a la persona a la que suplicas que no hay forma de vivir si no es a través de sus reglas y su aprobación. Equivale a una especie de ingreso en una clínica mental, "ahora comes aquí", "ahora haces esto", "ahora sal al patio a pasear".
Es cierto que nuestra infancia y la manera en la que nos criaron afecta a quiénes somos en la actualidad. Algunas personas querrían ser juzgadas por lo que son hoy, pero no entienden que eso es algo muy difícil de cambiar sobre todo si la persona que tienen delante sabe quiénes fueron en el pasado. Aquí hay una confrontación que en psicología llaman 'prueba social'. Esto es que si tú no eres hoy lo suficientemente fuerte, la persona que fuiste en el pasado puede que te diga que es mejor seguir hacia donde van las personas más fuertes que tú. Esa especie de guerra civil entre el pasado y el presente se manifiesta siempre de la misma forma, con una tendencia a mostrarse íntegro en unos aspectos pero aún debilitado en otros.
Como nunca en la historia ni reciente ni pasada ha habido un 'juez' que determinase hasta qué punto puede alguien herir a otro o aprovecharse de él, tomar el control y hacerse cargo de uno mismo es por excelencia el requisito número uno que padres y abuelos han procurado para todos nosotros, es decir, han buscado que nos convirtiésemos en líderes, y no en ovejas.
Preguntas que me puedo hacer para medir qué soy hoy y en qué estoy debilitado
¿Soy transparente respecto a lo que quiero cuando hablo o tiendo a tergiversar las cosas? ¿Aparento ser otra persona dependiendo de las personas con las que esté? ¿Tomo decisiones difíciles aunque eso suponga tener un conflicto con otras personas, o prefiero que esas personas tomen las decisiones por mí? ¿Soy el mismo cuando soy el centro de atención que cuando estoy solo?
Las preguntas difíciles nos ayudan a saber hasta qué punto estamos siendo honestos con nuestro propio punto de vista sobre la vida. Si carecemos de opiniones sobre algo importante es probable que carezcamos también de una opinión firme sobre quiénes somos, lo que nos lleva a sentirnos incompletos y a buscar lo que nos falta en la opinión de los demás. Habrás notado cómo hay parejas que se dejan llevar sin poner oposición a lo que su novio/a les diga y amigos que siempre dicen ?sí? a todos los planes aunque tuvieran en la cabeza otros mejores.
No te apresures a responder estas preguntas. Considera las cosas con sinceridad antes de responder y después trabaja en las áreas donde tienes más problemas. Antes de construir nuevos remos hay que saber si el barco está preparado para navegar, o de lo contrario alguna pequeña rotura le llevará al hundimiento. Y recuerda esto: Muchos tienen éxito inmediato por lo que saben. Algunos tienen un éxito temporal por lo que hacen. Pero pocos logran éxito permanente por lo que son.
La carrera del liderazgo es para toda la vida
Lo que hayas sido en el pasado es algo a lo que se puede poner punto y final. Es un hecho y muchos lo han demostrado. Tener un pasado difícil puede haber tenido consecuencias fatales, pero no hay razón para que creas que tienes que seguir repitiendo los mismos patrones una y otra vez. El psicólogo Rafael Santandreu lo llama "Saberse más grande". La técnica consiste en creerse superior a todo lo negativo que hayas experimentado, a sabiendas de que hay en tu vida muchas más cosas que pueden hacer de ti un hombre o una mujer distintos de las que pueden aplastarte.
¿Qué pasa con la traición de mi pareja? Eso no es nada comparado con lo que la vida te puede deparar si le das una oportunidad para conocer nuevas personas. ¿Qué ocurre con el empleo que perdí? Tienes ante ti la oportunidad de reformarte y demostrarte que puedes ser feliz en otra parte, que otros trabajos y otros compañeros llegarán y te ofrecerán diferentes puntos de vista para que disuelvas viejos conceptos y aprendas nuevas formas de vivir.
Esto es un trabajo para toda la vida porque esa es la esencia del liderazgo, que debe ser una parte de la persona en la que te conviertas. Todo lo demás llegará si te escuchas y te sigues en la medida en que te conviertas en alguien atrevido. Seguir a alguien está bien para descubrir qué puede enseñarnos esa persona, pero tarde o temprano uno debe escoger sus propias armas para luchar y ver qué ocurre.