A pesar de estar viviendo en un ambiente nacionalista puro y duro, apenas escribo sobre este tema, y de seguro que os preguntaréis por qué. Pues la verdad es que lo tengo arrinconado porque actualmente el nacionalismo no tiene solución y porque me molesta tanto el nacionalismo regional como el nacionalismo del Estado, en este caso el nacionalismo español. Pero si los españoles no somos nacionalistas, diréis. Efectivamente ni los españoles, ni los franceses, ni los portugueses, ni los ciudadanos europeos somos en general nacionalistas, y dentro de los españoles ni la mayoría de los catalanes ni de los vascos ni de los gallegos lo son, pero nuestra política y la política europea rezuma nacionalismo por los cuatro costados.
Estos días, el parlamento europeo ha aprobado una resolución pidiendo que en Cataluña se apliquen las sentencias de los tribunales que obligan a que el 25% de las clases sean en castellano. ¿Pensáis que el gobierno catalán va a hacer caso? ¿Pensáis que el gobierno español va a tener en cuenta lo más mínimo la resolución del Parlamento Europeo? En cualquier país del mundo, menos en España, las sentencias de los tribunales se cumplen. Y si la UE es un organismo "supranacional", lo lógico sería que su opinión se respetara. Pues no, el parlamento europeo seguirá siendo un parlamento de segunda, porque así les interesa a los gobiernos nacionales. ¿No es esto nacionalismo?
Hace ya casi cien años que Ortega y Gasset dijo que "todos estos nacionalismos son callejones sin salida", pero los nacionalismos siguen tan pujantes como entonces, gracias a nuestro sistema de partidos políticos.
El nacionalismo en el momento actual no tiene solución ni en España, ni en Francia, ni en Portugal, ni en ningún país de la Unión, porque el nacionalismo regional no se combate con un nacionalismo de Estado. No tiene solución, porque el nacionalismo está en los políticos y estos no tienen ningún interés en cambiar de táctica, pues a ellos les va muy bien. No es mayor ni más peligrosos el nacionalismo catalán que el nacionalismo español. En Cataluña la mayoría de los ciudadanos, seamos nacionalista o no, somos capaces de dialogar y de convivir pacíficamente, a diferencia de los políticos. ¿Habéis visto lo que ha sucedido en gran Bretaña con el Brexit? Sus políticos estarán separados de los políticos de la UE y en algunos puntos incluso enfrentados, pero los ciudadanos británicos siguen viniendo al Sur de Europa lo mismo que antes y nosotros seguimos yendo a Londres más que antes. Y si algunos han tenido que regresar ha sido por las trabas que les ponen los políticos, no los ciudadanos.
El camino hacia Europa que seguimos los ciudadanos es distinto del camino de los políticos. Ellos sólo quieren la Europa como agencia interna de colocación, no una Europa de la convivencia y de los ciudadanos. El camino de los políticos tampoco lleva ninguna parte. porque, como también dice Ortega, el proyecto nacional está agotado, pues las naciones se están convirtiendo en provincias.
Con el sistema actual de partidos políticos el nacionalismo de los Estados y el nacionalismo de la UE tampoco tiene solución