El PSOE quiere echar a Ábalos del partido y le da cinco días de plazo para que presente alegaciones en su defensa. Se ha convertido en la más expuesta al público de las abundantes manzanas podridas de la cesta PSOE. Se ha orinado en la piscina demasiadas veces desde lo alto del trampolín y a los del Psoe, aunque cueste creerlo, también les llega su San Martín. Mira José Luis, le habrán dicho, lo tuyo es que ya no se puede aguantar, querido colega y compañero de fechorías, tienes que irte o tenemos que echarte, te queremos, pero es necesario para que los panolis que nos votan crean que los demás somos gente honrada.
Teniendo en cuenta que se aproxima San Martín y que el instructor del expediente se apellida Cachinero, en mi pueblo llaman acachinar a cargarse a alguien, son malos augurios para el expedientado, de todas formas, tan seguro que le echen no es, igual se lo toma a mal y seguir contando con su voto es de extrema necesidad para el PSOE y por aquello de "la puta al rio", y Ábalos, de putas sabe.
Pero sí, yo creo que le echarán, tienen descaro y recursos para tapar la boca al más pintado, y si le echan pero le cae, un suponer, un puesto en un consejo de administración de esos de medio kilo al año, por no hacer nada, y que los sufridores ciudadanos pagamos en el recibo de la luz, del teléfono, cuando echamos gasolina, usamos autopistas, etc. etc., pues lo harán, y cerrará la boca para seguir disfrutando del buen yantar y yacer, como dijo el arcipreste, aunque no sé si, por justificarse o porque es cierto, se lo atribuyó a Aristóteles, y es que hay aficiones más viejas que los giros de la tierra, la ley de la gravedad, las estaciones y el diario amanecer. En eso si tiene razón, cuando dice que a todo el mundo le gusta la buena compañía, pero hombre, José Luis, si te mejoran el salario, al menos, ten un poco de decoro y paga de tu bolsillo, que las putas se paga cada uno las suyas o le invitan los amigos. Koldo, Aldama y Pepe Aviones no valen, que ya sabemos cómo se lo cobran.
La reconocida, por muchos, como prestigiosa revista The Economist, pública un artículo sobre Pedro Sánchez que no le deja en buen lugar, mejor dicho, le hace un retrato muy feo, ya lo hicieron antes en más de una ocasión, como en abril, cuando le mostraron como teatrero por el fin de semana sabático que se tomó, con la sola intención de acojonar a sus incondicionales por pensar que no estaban suficientemente a su lado, sin la más mínima intención de cumplir su amenaza de dimitir, puro teatro que produjo efecto inmediato, si es que hay que reconocerle que es todo un artista. Tiene su importancia el artículo porque al tratarse de una publicación extranjera, es de suponer que resultará más creíble y pesará más de cara al exterior, que producirá más efecto sobre políticos, parlamentarios y altos funcionarios europeos que lo publicado por medios nacionales, creadores de fango según el protagonista del artículo, mensaje que vende fuera y algunos creen, a Pedro le escocerá y preocupará más lo que dice The Economist que lo que digan los medios fachosferos nacionales, que se lo pasa por el arco del triunfo y además les amenaza con ponerles un bozal, dejarles sin subvenciones y publicidad oficial, brearles a multas y hasta con el trullo.
El artículo ha sido ensalzado por los medios críticos, en mi opinión, excesivamente, aunque el artículo está bien y el hecho de que le reconozca algunos logros le proporciona cierto tinte de imparcialidad, creo que se queda muy corto y demuestra que en algún aspecto están equivocados. Como hablar de los tejes y manejes de Pedro Sánchez y su gobierno podría dar para completar un tomo de enciclopedia, dejaré para un próximo día las explicaciones de por qué me he formado esta opinión.